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Me pareció interesantísimo tu post,aunque me dio mucha lástima con el morrocoy, lo confieso jeje, pero me alegra que finalmente lo hayas volteado, aunque comprendo que al principio debías comprobar si él podía hacerlo por sí mismo.

Los de casa siempre tardan mucho en darse la vuelta y siempre termino ayudándolos. Un morrocoy en esa posición toca la fibra sentimental.

Es cierto, pobrecitos, se deben sentir muy vulnerables.

Siempre me preocupaba la idea de lo que sucede cuando se voltean, porque quedan muy indefensos. No sabía que podían darse la vuelta… gracias por explicarlo! ☺️

Si están sanos y si el suelo lo permite siempre se voltean.