##Sobre la incertidumbre y sus locuaces

in #holoslotus2 years ago

Hola hermanxos primera vez que escribo en esta comunidad, como me gustan las letras pues Cervantes me hizo click...

angeles y demonios.jpg
Imagen de Gunther Simmermacher en Pixabay, de la Catedral de Notre Dame, Paris, Francia

Siempre la incertidumbre como bisagra entre los tiempos. Aunque a veces vivo danzando sobre un vaivén de incertidumbres, no me acostumbro a sus demonios, palabra esta que viene del latín “daemonium” y del griego antiguo “daimonion”, que significa espíritu, deidad. (Etimología de la lengua española. Etimologia.Wordpress.com)

Uno de los cuales me hace dormir. Experimento una modorra en el cuerpo, un cansancio triste sobre mis hombros. Pareciera que viniera de lejos viviendo esta sensación desganada, miro hacia atrás y solo me veo en este ostracismo que me acompaña, entonces es cuando me doy cuenta que apenas respiro.

20-7-4.jpg
Foto de mi autoría

Y recuerdo que la respiración es la aliada de la paz. Y respiro profundo, sentada cómodamente en una silla inhalo en cuatro tiempos, retengo cuatro y exhalo en cuatro. Luego de tres o cuatro respiraciones con esta serie, los hombros se relajan, el rostro se suaviza hasta esbozar una pequeña sonrisa sobre mis labios. Esos cinco a ocho minutos de respiración consciente me devuelven al cosmos terráqueo del cielo donde puedo convivir con otra realidad. Así de creativa es esto que llamo mente que puede crear tantas realidades como percepciones tenga. A veces me pregunto si lo que vivimos es un algo que tiene millones de posibilidades y recreamos una a una de esas millonésimas opciones o percepciones. Dicen que no es lo que sucede lo importante, sino como percibo eso que sucedió. Esas percepciones muchas veces se resisten al cambio o a su transmutación y se me vuelven a presentar situaciones parecidas donde reacciono casi igual que en otras recreaciones.
Y así hasta que aprendo.

10.jpg
Foto de mi amiga y artista Anabelle Laughlim

Aprendo que no soy eso que pienso, que yo soy luz divina que mora en mi cuerpo, en mi corazón, donde le sigo construyendo al Divino y sus maestros una estancia poliforme, rodeada de cuarzos violetas y rosados, iluminada. También soy esta cabeza donde doy guarida a cuanto pensamiento negativo se me ocurra o me inflen por ahí. Y soy mis ancestros. Y esta que escribe esto también soy.

Aprendo que mi cuerpo me habla constantemente y sé que primero me hace sentir antes que la elaboración de algún pensamiento, y que si me veo repetitiva perdiendo el tiempo dando vueltas como si no tuviera paz, es el momento de parar y pedir ayuda a la divinidad para que me asista a ver lo que no puedo o no quiero ver y así liberar el o los convenios que sin ser consciente he acatado por muchos años.

Aprendo que una vez que aparece el pensamiento no hay vuelta atrás, hay que atenderlo como a un niño pequeño que no entiende, pero que sí percibe y determina programas que saldrán al consciente cuando uno menos lo espera. Una vez que atrapamos, por decirlo así, un pensamiento negativo, inmediatamente hay que ofrecer una alternativa convertida en afirmaciones. Es mucho mejor, lo certifico, cambiar de inmediato el o los mensajes que emanaron de la mente-cuerpo, porque no le damos tiempo para que debilite mi sistema inmune y, además satisfago al sistema mental proveyéndolo de una creencia positiva y reparadora que podré repetir como por 10-20 minutos acompañándome con mi respiración profunda y calmada.

pensador.png
Imagen de Gordon Johnson en Pixabay

Aprendo que si muevo al cuerpo cambia todo. Cuando tengo a las creencias limitantes por su cuenta es como si tuviera pegamento que rigidiza alguna parte del cuerpo, generalmente, en mi caso, los hombros y el cuello, algunas veces la espalda.
Caminar es una buena propuesta al día todos los días, salir de la casa y caminar un poquito y sentir el agradecimiento que brota con los rayos del sol sobre mi cara, es un cantar. Aprovecho para cantar mantras mientras camino, es una manera consciente de alabar y agradecer a la divinidad por estar disfrutando de las dos piernas y los dos brazos para un andar perfecto y balanceado y así a todo el cuerpo.