Presentación en hive y avance de mi historia

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Antes que nada debo aclarar que soy un personaje nacido de la desesperación de un sujeto con problemas de ansiedad y aúnque algunas de las situaciones descritas en esta historia son verídicas, jamás diré cuales.

Otro asunto que debo aclarar es que estos breves capitulos ya fueron publicados en steemit, pero como la cantidad tan escasa de votos lo revela, debo considerarlos como inéditos.

La historia es realmente larga, aquí solo comparto una pequeña parte, pero si ha alguién le interesa seguiré conpartiendola con capitulos mas cortos para que no se hagan bolas.

Por último debo aclarar que el lenguaje que uso, es de la calle, aquel con el que en realidad se comunican en el lugar donde vivo. Sin mas retrazos empiezo mi historia , espero les agrade

Esta es mi primer entrada real en esta nueva plataforma HIVE, a ver como me va

El comienzo 1

Recostado en la banca, justo enfrente de la iglesia, el anciano recordaba algunas aventuras de su adolecencia...

...Al parecer era fácil para todos molestar al pequeño niño rubio en la secundaria, nunca decía nada, no se defendía, tan solo cerraba los ojos y empezaba a tirar golpes a lo loco. Claro que de esa forma nunca tocaba a nadie, tan solo lograba que se burlaran de él. A sus quince años era el mas bajo de estatura de la clase, le aterraba salir a deportes porque odiaba toda clase de ejercicio, pues su complexión escuálida llamaba rápidamente la atención de todos y sus bajas expectativas deportivas se acentuaban con su falta de interés.

Un día al comenzar su último ciclo escolar de secundaria conoció a una chica que en verdad le llamaba la atención lo que le hizo decidir entrar a un gimnasio privado a hacer ejercicio con el fin de robustecer un poco y así tener el valor de hablarle, para su sorpresa el ejercicio bien dirigido por el dedicado instructor de pesas dio resultados en muy pocos meses por lo que a mediados de curso ya se le notaba bastante cambio.

Una tarde de mayo, a apenas dos meses del fin de cursos, Rafael decide hablarle a la niña que le gustaba, pero una vez que estuvo frente de ella, se quedó totalmente paralizado, no pudo decir absolutamente nada, solo puso las manos en los bolsillos de su pantalón y se alejó de allí sin llamar la atención de nadie.

Al fin el día de la graduación llegó y Rafael sabía que no volvería a ver a Amparo, ese día trato de hablarle de nuevo, pero nuevamente se quedó paralizado, y para colmo cuando iba a pedirle que bailara con él, alguien mas se le adelantó, dejándolo parado solo frente a la pista de baile. Fue entonces cuando se le acercó el hermano mayor de ella y le dijo: -No te aplomes cuñado, que te la van a ganar-. Fue entonces cuando ganó valor y se le acercó, mas sin decir nada, tan pronto la vio sola la tomó de la cintura y se puso a bailar con ella, pero entonces ella se dio cuenta de que él no sabía bailar, lo tomó de la mano y se dirigieron a una mesa para platicar. Ella ya había notado que estaba mas musculoso que antes, lo que no sabía era que era precisamente por ella que decidió hacer ejercicio. Apenas se estaban sentando cuando otro mas de los compañeros sacó a bailar a la chica, Rafael solo alcanzó a preguntarle a que preparatoria se inscribiría, ella alcanzó a decirle que a la técnica C17.

Unos minutos mas tarde, el director de la secundaria detuvo el baile para entregar los reconocimientos, entre los cuales estaba el primer lugar de la generación que lo obtuvo precisamente Rafael, al regresar de recibir su premio Amparo le sonrió, él solamente se dirigió a su lugar a esperar a que terminara la premiación para buscarla, pero cuando esto pasó, ella ya se había retirado por un asunto familiar.

Al llegar a la casa Rafael le comentó a su mamá que quería estudiar oratoria, teatro, canto y baile durante las vacaciones de verano. -no cabe duda que necesitabas un incentivo para ponerte las pilas- le dijo su madre.



En la preparatoria 2

Una sonrisa se dibujó en la cara del viejo al recordar sus primeros días de preparatoria, donde creía que había de reencontrarse con el amor de su vida...

…Rafael se veía impaciente, llevaba ya dos horas esperando a que llegara Amparo a la fila de ingreso a la preparatoria y nada, su turno era el siguiente, entregó la papelería solicitada y se retiró, las clases empezarían el siguiente lunes.

El lunes siguiente buscó la formación de grupos para ver en que salón le tocaría a Amparo con la esperanza de quedar juntos, pero no apareció su nombre en la lista de su carrera técnica, buscó en las otras listas y ahí estaba, al menos llevarían algunas clases del tronco común juntos, pero no era lo que él quería, él esperaba estar el mayor tiempo con ella.

El medio curso llegó en un abrir y cerrar de ojos, casi todos los estudiantes se la pasaban en la cafetería, él en cambio gustaba mas de pasar los días en la biblioteca, pensaba que si se preparaba bien, podría tener una mejor vida una vez que se casara con Amparo, esa tarde decidió estudiar en las jardineras, pues el caluroso verano ya había pasado y se empezaba a sentir el aire fresco del otoño, estaba a punto de abrir el libro que había solicitado en préstamo, cuando vio que se aproximaba su amada por las escaleras, su corazón se iluminó al igual que su rostro, se aproximó a las escaleras para interceptarla, pero en eso vio que un joven se aproximaba a Amparo, la tomó de la cintura y la besó largamente en la boca, Rafael sintió que el piso perdía su estado solido, se sostuvo de la pared que le quedaba mas cerca, el cielo azul se tornó negro ante sus ojos que se empezaban a nublar de llanto...



Guante blanco 3

El viejo se quedó observando largamente sus manos, cuando una gota de agua calló en ellas, parecía que iba a a empezar a llover, tal vez ya se a hora de volver a la iglesia, se dijo a si mismo mientras bostezaba..

Al llegar el invierno, no había ningún alumno en los jardines, la escarcha de hielo cubría los pequeños arbustos, pero el frío que sentía Rafael en su interior era mas grande que el de la desolada escena, de pronto una chica se aproximó a él y le ofreció un pañuelo de papel para que se secara las lágrimas, él no se había dado cuenta de que estaba llorando, varios meses después no se recuperaba, la tristeza lo agobiaba tanto que estaba pensando abandonar la preparatoria, -Hola soy Verónica- le dijo la chica a Rafael, -Me acompañas a la cafetería, si te quedas aquí te puedes enfermar- agregó, él acepto la invitación y se fueron juntos a tomar un café. Pasaron platicando varios horas, mas bien era ella la que no paraba de hablar, las fiestas de Navidad estaban cerca y ella era la encargada de planear algunos de los eventos de la congregación cristiana a la que pertenecía, él sólo se quedaba escuchando la mayor parte del tiempo, mientras observaba sus hermosos ojos verdes y su piel tan blanca, quien iba a pensar que la ayuda para salir de su depresión iba a llegar como caída del cielo.

La Navidad llegó en un abrir y cerrar de ojos, él ya se había acoplado con los amigos y amigas de Verónica y hasta había sido seleccionado para cantar en el coro, al parecer el canto se le daba en forma natural, pero no así la facilidad para tocar un instrumento, primero trató con la guitarra, luego la mandolina y al final con la flauta transversa, pero no daba una, al final decidió solo cantar.

Verónica ya le había presentado a su novio, quien era uno de los líderes juveniles del grupo, con eso el perdió toda esperanza con esa bella chica, pero bueno pensó él, al menos me sacó del congelador en el que estaba, sin embargo un mes mas tarde pasó algo que lo dejó algo confundido.

Era finales de enero, el frío del invierno calaba mas de lo habitual, las prácticas del coro se habían extendido mucho mas de lo esperado, las once de la noche dieron cuando Verónica se acercó a Rafael para pedirle que la acompañara a su casa, pues tenía que pasar por la parte alta de un cerro donde no había casas y temía andar por ahí sola a esas horas de la noche, él acepto y se despidió de los demás sin mucho apuro, pero por otro lado ella parecía algo impaciente. Al salir del salón de cantó el frió hizo que Rafael se encogiera de hombros, traía un grueso abrigo, pero no traía guantes, al verlo ella le ofreció uno de sus guantes blancos de algodón, que no eran precisamente para ese frío pero al menos alcanzaban a cubrir algo, el se lo puso en la mano izquierda y ella lo tomó de la mano derecha para darse calor entre si. Dos cuadras mas adelante empezaron a subir el cerro, la iluminación era cada vez mas escasa hasta que ya no se pudo ver nada, entonces ella lo abrazó de improviso y comenzó a besarlo en la boca, el la abrazó igualmente y empezó a tocarla suavemente por todas partes por debajo de la ropa, ella se estremeció al mismo tiempo que respondió de la misma forma, así pasaron como media hora hasta que ella le pidió que continuaran caminando. Al llegar a la esquina de la cuadra donde ella vivía, le pidió que la esperara ahí un poco, ella se adelantó a su casa. Quince minutos mas tarde, cuando él estaba a punto de irse, ella llegó y lo invitó a pasar, le explicó que sus padres no estaban porque habían ido a una boda y que llegarían mas tarde, como a las dos de la mañana como era su costumbre cuando iban a estos eventos, ya en la casa ella lo guío a su habitación que era en el segundo piso, lo arrojó en la cama y se quitó la ropa delante de él, el hizo lo mismo, la piel de la chica estaba toda erizada por el frió, se puso sobre él y empezaron a tener sexo casi inmediatamente, él se paró y la puso contra la pared para penetrarla por la parte de atrás, ella se dobló sobre sus rodillas y se dio la vuelta, pero sin desconectarse, para luego incorporarse en una danza que duró por casi una hora completa.

Como pudo Rafael llegó a tomar el último camión que pasaba como a la una de la mañana, al llegar a su casa encontró que sobre la mesa su madre le había dejado una pieza de pan dulce y un recado que decía, -Tu tío Alfredo a muerto, tu padre y yo fuimos a acompañar a tu tía, toma café y vete a dormir, mañana platicamos-.

A la mañana siguiente su madre vio el guante blanco que Rafael había dejado en la sala. Y este guante?…

Explicaciones 4

El anciano levantó una pequeña maceta para quitarla del sol directo para que no se marchitara, mientras se reía solo, caminaba unos pasos mas y volvía a reír, mientras a lo lejos lo observaba una viejecita..

Al despertar sus padres lo estaban esperando en la sala, su mamá tenía el guante blanco en la mano y su padre se estaba preparando un café en la mesa que estaba junto a la sala.

-Hay algo que quieras contarnos- le dijo su madre.
-No, como que- contesto él.
-Como de tus preferencias sexuales- le dijo su madre mostrando el guante blanco que era muy notorio que era de mujer, al decir de su madre.
-No madre, no tengo nada que decir, ese guante es de una amiga que encaminé a su casa y me lo presto para que no tuviera tanto frío porque estaba helando ayer, acuérdate que estuvimos a seis grados bajo cero-
-Rafael, dinos la verdad, en que andas, recuerda la educación que te hemos dado, recuerda que somos católicos y ya sabes lo que pensamos de los homosexuales.
-Esta bien deja que te lo explique,
uno, el ensayo de coro terminó muy tarde,
dos, ella me pidió que la acompañara a su casa,
tres hacía mucho frío, así es que ella me prestó un guante.
Cuatro, llegamos a su casa y nos dimos cuenta que sus padres habían ido a una boda.
Cinco, estuvimos cogiendo como dos horas. Estas satisfecha con esta explicación o quieres otra mas detallada?

La madre de Rafael se quedó callada, mientras el padre esbozaba una leve sonrisa, luego se acercó a su hijo y le pidió que no le hablara así a su madre, su madre no dijo nada después de eso, sólo le ofreció una taza de café y unos tacos de carne para almorzar.

Varios meses después su hermana le contó a sus padres que Rafael estaba asistiendo a un coro cristiano y también al coro católico por lo que tuvieron muchas discusiones, su padre estaba de acuerdo que fuera a los dos coros pues en realidad lo que le gustaba no era la religión sino el canto y además su padre era mas bien ateo, en cambio su madre venía de una familia de católicos de hueso colorado, Rafael por otro lado, aunque había recibido todos los sacramentos, no se definía a si mismo como creyente, reconocía el valor de las enseñanzas religiosas, pero creía que todo eso era fanatismo, lo que en realidad le atraía era la oportunidad de interactuar con jóvenes de su misma edad.

Mientras en la iglesia católica se preparaban los ensayos para el via-crucis, en la iglesia cristiana se preparaban para el concurso ínter regional de coros así es que con todo eso y los exámenes de admisión a la universidad, Rafael apenas tenía tiempo para ver a Verónica, pero ese día era su día de suerte, ella se le acercó mientras él practicaba oratoria en voz alta, traía un vestido azul muy holgado que permitía que su cuerpo se dibujara, él se quedó con la boca abierta al verla, ella bajo la vista al decirle que tenían que terminar, porque se seguía viendo con su novio al que solo tomaba de la mano mientras tenía relaciones sexuales con el, el le pidió que en todo caso debería de terminar con el otro, pero ella le dijo que el le había pedido matrimonio, y que era muy amigo de sus padres.

Rafael se sintió bastante triste, pero de alguna forma menos que la última vez...



Ilustración e historia
By

@posthinky