Cuatro poemas lejanos que roban el aire

in #literatura4 years ago (edited)

Khoa Võ


Tan lejos

No he dejado de pensar en ella
desde nuestro último ecuentro
cerrado con un amable beso.
Estoy lleno de una insatisfacción
que revolotea en mi cabeza.
No me basta con saborear
un simple sorbo de un elixir tan divino.

La fantasía se hizo mi rutina
y cada beso y caricia que guardo
se ha reproducido en mi cabeza
unas mil veces y cien más.

La madrugada se hace tan eterna
como la angustiante espera por verla.
Preguntas vibran y hace bucle
manteniéndome en un duro desvelo.
Hoy está demasiado lejos
sumida en sus tantos deberes
y creciendo muy fuera de mi alcance
en un mundo al que no pertenezco.

Padli Padrana


Ladrón

Si decides juzgarme lo acepto,
creo que realmente lo merezco.
He cometido graves crímenes en tu contra
sirviendo a mi propio interés
colgado en las alas de la imprudencia.
Ya te he robado con vehemencia
algunos cientos de minutos de tu tiempo
solo por el ego y la absurda necesidad
de asegurarme de tu bienestar
y mi capricho de entenderte
un poquito más cada día.
He asesinado algunos de tus agobios
y los tiré en la irrelevancia del pasado
sin ninguna contemplación.
Te he robado la exclusividad de tus alegrías
y comparto contigo cada una de ellas.
He sido un criminal despiadado
y te he secuestrado
para encerrarte en mi corazón
sin dejarte ninguna posible salida...

Harman Abiwardani


Dame aire

Dime que existe algo más
para no rendirme ahora mismo.
Dime que he de hallar algo distinto
a este aire que respiro adolorido.
Mis pulmones arden como brasas
y me pierdo en una crisis indómita,
siento dentro de mí un terrible caos,
y un brutal temor enardecido
como una muchedumbre alterada
recorre mis venas con potencia mecánica.
Exhalo un viento tóxico con la quijada entumecida
en este cuarto oscuro donde me hallo hacinado.
Quiero resistir, quiero luchar, quiero vencer,
pero el peso del denso ambiente que me ahoga
me desploma y me hiere el orgullo.
Dime que estás ahí, déjame oir tu voz,
o déjame morir ahogado por tu indiferencia.

Philip Justin Mamelic


Dile

Atrévete.
No guardes más tus sentimientos,
no escondas en murmullos tus palabras
ni aprisiones en silencio lo que deseas.

Exprésate.
Cuéntale todo lo que sientes
sin limitarte ni temer.
No tiene ningún sentido que calles.

Libérate.
Habla sin esperar nada más
que la sana satisfacción de hacerlo
y déjale saber lo que me has contado.

Dile
que lo amas inmensamente
y que sientes dolor con solo pensar
que puedes perderlo para siempre.