Obra de Teatro: Deja Las Cosas Claras

in #literature6 years ago

_Sergio Olivares y Edward Subero eran dos jóvenes magnates de la tecnología. Su empresa, Fénix, se había hecho pionera en el sector en tan solo siete años. Desde que salieron de la escuela, su principal propósito era crear una compañía dedicada al ámbito tecnológico.-

Tenían tantos proyectos, algunos ni siquiera se habían empezado, salvo este: Desde hace dos años ambos estaban desarrollando nanotecnología en secreto junto con otros científicos, por lo que para el estar al tanto del avance en el programa se reunían con todo el equipo los domingos por la mañana, y este no era la excepción.

A pesar de que le gustaba su trabajo, a veces le parecía estresante la idea de tener que trabajar tanto tiempo, a veces le se sentía presionado. No eran fácil mantener la mente enfocada en todas partes.

Finalmente divisó el edificio al cenit de la avenida, cuya infraestructura era tan majestuosa como el primero. Estacionó el carro, el cual era uno de los pocos allí presentes, dado a que, por supuesto, era domingo, nadie iba a trabajar un día así, excepto él.

—¿Me puedes decir qué estás haciendo?— _Le preguntó a su socio mientras cerraba la puerta. Éste estaba utilizando un casco de realidad virtual y estaba tirado en el piso simulando disparar un arma. _

—¿Qué?¿Sólo se puede jugar videojuegos hasta los dieciocho? — Le respondió — Estoy probando Battlefield en realidad virtual, y como siempre, me destaco más en francotirador.

—Está bien, pero ahora a lo que venimos todas las semanas. Por cierto, ¿donde están la Dra. Guillén, el Dr. Valladares y el resto del grupo?

—Se me olvidó decirte, les dí vacaciones.

_Pareció que esto le hubiese provocado a Sergio ganas de arrancarle la cabeza a su compañero. Inhaló profundamente... _

—Edward, ¿te la fumaste verde o arcoiris? — El cinismo con el que pronunció aquella frase era loable.

—Me conoces de la escuela, sabes que cuido mi cuerpo — A pesar de que era su pregunta desbordaba sentido figurativo, Edward le seguía el juego.

—Me refiero a que…

—Espera — En ese momento, la que iba a ser una disyuntiva administrativa, fue interrumpida por el noticiero.

“Salió a la venta hoy, el que promete ser el mejor sistema informático de seguridad hasta la fecha, su fabricante, Digital Arena, afirma que es un muro antihackers. Su director ejecutivo, Freddy Ramos, dice que ni siquiera las agencias de inteligencia más poderosas pueden vulnerarlo. Es el mejor software de seguridad, tanto para empresas como para personas comunes. Según él, el programa lo que hace es crear un domo protector en cada computadora, celular o tablet que protege los datos, y que sus algoritmos no pueden ser descifrados porque está escrito en un lenguaje de programación creado por la misma empresa"

—¿Sabes lo que significa esto? — preguntó Sergio, tratando de digerir lo que acaba de escuchar.

—Por supuesto — Edward con el mismo fastidio exclamó —¿Qué se estará creyendo ese imbécil?

—Sea lo que sea, que se prepare, porque va a tener que vaciar sus cuentas para resarcir esto— Dijo Sergio, lleno de indignación, ante el fraude en el que habían embaucado a la empresa— Edward...

—Dime — _ Respondió._

—Llama a ese animal con cédula y dile que prepare muy buenos argumentos legales, y que nos vemos en el Tribunal de Derechos de Autoría — Solicitó Sergio, cuyo tono imperativo le otorgaba un carácter decidido.

—Como diga capitán — Este procedió a realizar lo que le habían pedido.

4 MESES DESPUÉS

El día de la audiencia se acercaba, y los dos socios estaban ansiosos porque llegara. Ya habían recopilado toda la evidencia y estructurado todo su argumento, sólo faltaba despedazar la reputación corporativa de Digital Arena.

—¿Sabes Ed?

—Dime.

—En estos tres años que estuvimos trabajando con Digital, siempre me había dado mala espina Freddy — Acotó Sergio.

—¿A qué te refieres? — Interrogó Edward.

—Yo que lo vi de cerca, siempre le tuve desconfianza. No lo sé, su prepotencia, su complejo de superioridad — Repuso Sergio, analítico, sin dejar la vista al volante.

—Dame las gracias porque no te dejé incluirlo en el proyecto de la nanotecnología — Le recordó Edward.

— Sí, de verdad no se que hubieses hecho con mi cabeza — Agregó.

**_Ambos rieron, a pesar de que les venía una batalla legal…

Por fin llegó la hora de la audiencia. Sin exagerar, en el lugar no cabía ni un solo periodista más. Afortunadamente para ellos, les asignaron una sala de receso._**

—Audiencia del 24 de Agosto del año en curso en la que las partes litigantes, Empresas Fénix, S.A. como demandante; y Digital Arena, S.A. como demandada. El caso se efectúa por petición de Edward Subero y Sergio Olivares, accionistas mayoritarios y directores de Fénix, efectuada el pasado 23 de Marzo del año en curso. Los hechos considerados por la parte demandante como punibles son el plagio de un producto patentado y beneficio sobre el mismo por parte de Digital Arena, S.A. Quién colaboró durante tres años con Empresas Fénix en el desarrollo de un software de seguridad. Sin embargo, una vez que estuvo listo, ésta decidió lanzarlo al mercado sin la autorización de Empresas Fénix — Leyó el Juez Francisco Herrera el argumento de Fénix — Si no me equivoco ese es su argumento.

— Sí su señoría — Respondió Sergio.

— Su señoría — Agregó Edward — Cabe aclarar algo que usted no leyó y que con su permiso quiero tomarme la atribución de decir.

— Adelante.

— Digital Arena no sólo sabía que plagió con un producto que no era suyo y que estaba patentado, sino que también sabían que ellos iban a recibir un 39% de regalías sobre las ventas como el pago de su colaboración.

— Su señoría — Inquirió Édgar Valle, de la parte demandada — Cabe aclarar que al momento del acuerdo nunca se le aclararon los términos y condiciones del trabajo.

— Por supuesto que sí — Lo interrumpió Sergio. — El problema es que tú llegaste tarde al proyecto, pregúntale a tu jefe. Por no decir que eres un novato.

— ¿Eso es cierto Señor Ramos? — preguntó el juez.

— Sí, su señoría — Habló al fin el aparente oportunista — Sin embargo quisiera agregar un detalle…

— Adelante.

— Nuestros empleados recibieron una pésima remuneración por todo el tiempo que duró el proyecto, además, los beneficios laborales ni siquiera alcanzaron el nivel mínimo y aparte…

— ¡Un momentico! — Edward lo interrumpió mientras los periodistas escuchaban con atención — ¿tú estás escuchando lo que estás diciendo? Todos los gastos operativos pertenecientes a su empresa fueron subsanados por Fénix, y tenemos pruebas.

— ¡Eso no puede ser cierto!, no recibimos nada. Ni siquiera compensaciones por el trabajo dado. Sólo recibimos un 50%. Se supone que la otra parte iba a ser cancelada al final del proyecto, y como no lo hicieron nos tomamos esa atribución.

— Amigo, el hecho de que el Departamento de Administración de su empresa no les haya informado de la entrada de presupuesto no es nuestro problema. — agregó Sergio.

—Su señoría, tenemos además, pruebas de que éstos señores usaron el sistema para recolectar datos de los usuarios a quienes prestaron el servicio de supuesta “protección” y venderlo a organizaciones criminales. — dijo Edward

— ¡Eso no es más que una reverenda mentira! — exclamó Freddy.

— ¿Y cómo hicieron eso? — Sin prestarle atención a Ramos, el Juez preguntó.

— Verá — Tomó un trago de agua — Nosotros fuimos quienes creamos el sistema, por ende, sabemos como descifrarlo y hackearlo.

— Bueno — Repuso el Juez — Creo que será pertinente que discuta con otros colegas expertos en el tema de la informática respecto al caso, y dentro de quince días doy mi sentencia.

15 DÍAS DESPUÉS

Estar allí otra vez no era fácil, pero a la vez era emocionante.

— Muy bien. Luego de discutir con otros colegas y evaluar la evidencia esta corte está lista para emitir un fallo. Todos de pie por favor. Digital Arena, S.A. por haber incurrido en los delitos corporativos ya presentados estaría sujeta a enmendar el daño a Empresas Fénix, S.A. por un monto de mil millones. Sin embargo, ya que la empresa no cuenta con esos fondos, y con el fin de no perjudicar la seguridad de los trabajadores declaro lo siguiente: A partir de la emisión de este fallo, Digital Arena, S.A. será absorbida en su totalidad por Empresas Fénix, incluyendo los compromisos fiscales aún no compensados, así como la totalidad de la nómina y todos los beneficios del periodo contable en curso.
En cuanto a ustedes, señores Freddy Ramos y Édgar Valle, serán sometidos a una exhaustiva investigación por presuntos delitos en cuanto a la violación de la privacidad ajena, la corrupción administrativa, y la colaboración con organizaciones criminales. Por lo ya expuesto, tienen prohibido salir del país. Fin de la sentencia, que tengan un buen día señores — Se despidió, tomó sus cosas y se retiró de la sala.

Aquella sala quedó invadida por un silencio sepulcral, y todos, hasta los periodistas, quedaron satisfechos. Por supuesto, con excepción de los criminales de cuello blanco…

_Después de esto, Fénix absorbió completamente los derechos de Digital Arena, y por ende sus patentes y tecnologías. Sus consejeros delegados, Ramos y Valle, fueron a la cárcel después de haber sido acusados de un montón de delitos corporativos… _

Moraleja de la Historia: “Cuando hagas un trato, especifica todos los detalles”

Esta historia se titula: “Deja las cosas claras”

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