En el anonimato
Y cuando el reloj marcó las 12 de la madrugada, ella llegó a casa. Los zapatos se le habían esfumado de los pies y el pintalabios que en algún momento pudo lucir, ahora parecía una mancha borrosa en sus labios agrietados. Un antifaz colgaba de sus brazos, y como podía, arrastraba las piernas. Su silueta en el espejo le recordó quién era. Hace unas horas se sentía contenta de no ser reconocida entre aquel mar de personas que huían de sus realidades. Gente como ella, que en una noche de carnaval, usaban una máscara para quedar en el anonimato.
Ahora sí, lectores. Los saludo con el mejor de los ánimos. Bueno, les comento que el relato anterior es mi participación en el Concurso de Nano Narrativa (Semana 17). Es la primera vez que me motivo a formar parte de esta iniciativa y me la pasé de maravilla escribiendo. No hay otra palabra para describir aquel sentimiento, que como la mayoría de las veces, nació en la madrugada.
Los invito a participar, principalmente porque un proyecto como este nos ayuda en muchísimos ámbitos. Por ejemplo, a potenciar la creatividad, a mejorar nuestra capacidad narrativa y también impulsa la interacción entre usuarios, lo cual me parece perfecto. Uno llega a conectar muy bien con otros.
Si desean unirse a este concurso, aquí el link. Hay una serie de reglas muy sencillas. ¡Espero se animen!
Como siempre, les envío un fortalecedor abrazo y muchas energías para mantenerse de pie.
Hasta un próximo encuentro. x