Camino a mi casa luego de salir del supermercado paso por la plaza central del barrio donde vivo, la cual está cerrada al público pero no para sus asiduos habitantes.
En mi paso me consigo esta linda imagen, un grupo grande de palomas y pericos cara sucia juntos comiendo y cantando, seguramente de la felicidad ya que disponen de todo el espacio y paz que el ser humano les quita.
No es casualidad que este virus del infierno no afecte a los animales. El karma nos ha hecho pagar todos estos años de abuso y maltrato a los animales y a la naturaleza. Es hora de que descansen de nosotros así sea por un corto tiempo.
Fotos propias.
Podríamos decir que la pandemia fue una especie de respiro para el planeta! Hoy somos nosotros a qie nos toca estar encerrados!
Yo tengo cerca de casa la Plaza Misericordia y he pasado algunas veces durante el confinamiento que ya lleva 80 días, he ido a una farmacia que queda justo en una de sus esquinas y al banco a retirar fondos ya que todavía para algunas cosas se necesita efectivo. El canto de los pájaros dentro de la plaza es emocionante, creo que jamás escuche eso en plena capital.
Y si, están disfrutando de La Paz que le han arrebatado