Y en el infinito te guarde,
En mis deseos más platónicos,
En mi maravillosa fantasía,
En un ladito de mi corazón.
Te moldee con lo mejor de mis deseos,
Con mis anhelos más sublimes,
Pero guarde el secreto,
Y me olvide de esa llave,
De aquella que llega hasta ti.
Nunca te lo dije,
Pensé que era mejor así,
Te amé en el anonimato,
En algún rincón perdido,
Ando ahora recordándote.
Más nunca supe de ti,
Te esfumaste de mi vida,
Sin previo aviso,
Y sin garantía de reintegro.
Quedaste como una estela,
Como una tenue brisa,
Que una que otra tarde,
Acaricia mis mejillas,
Con tu recuerdo.