Mi muy apreciada. Empezaré en esta primer carta (espero que sean las que Dios me permita, hasta el fin de mis días), respondiendo, en cierto modo, con la pregunta que me llegó a plantear: “¿?”, y la respuesta es muy genuina: por el brillo de sus ojos. Mire usted; hay verdades que por diversas razones permanecen en el anonimato u ocultas; hasta que llega el momento inevitable en que salen a la luz.
Estas cartas buscan argumentar la razón por la cual debe salir del anonimato una verdad; y esa luz se encuentra, como ya señalé, en el brillo de sus ojos. Desde que la conocí, en aquel maravilloso lugar, fui iluminado por sus ojos en mi espíritu. En medio de mi turbulenta vida que estaba pasando en aquellos años, en su mirada descubrí que existe la amistad fraternal.
Por una extraña razón, y sin afán ni esfuerzo, de mi parte, por encontrar una explicación (aunque en muy pocas ocasiones); al mirarle a los ojos, encontraba un aliento de calma para mi espíritu, mente y emoción; se volvió un amuleto para mi vida. Con el paso de los años, esto me ha ayudado a sortear los retos que nos impone la vida.
La intención de estas cartas es la de expresarle mi eterna gratitud por ello. Seguro estoy, esto le parece extraño. No se preocupe; esa es la naturaleza de mi vida: siempre buscando trascender más allá de lo mundano y entregar verdaderamente mi alma a las personas que llego a amar. Usted solo disfrute de estas lecturas y sepa, en principio, que aquí tiene un gran amigo.
En la vida, todo debe hacerse en su momento. Y es precisamente este el tiempo en que al menos con estas humildes palabras usted reciba mi inmensa gratitud por ser, sin pretenderlo ni saberlo, por supuesto; una luz en mi camino. Su mirada ha sido como ese faro que el marino en momentos claves, le sirve de guía. Mi agradecimiento puede ser con hechos también.
No le sorprendan estas palabras que son auténticas y transparentes; esa es, insisto, mi extraña forma de ser. Las palabras para mí son una de las cosas más valiosas de la vida. Seguro esa es la razón por la que me dedico a la filosofía y la escritura. Solo quédese con la certeza de que en esta vida ha sido y es para alguien, algo verdaderamente valioso e importante.
Es obvio que después de tanto tiempo, no nos volvimos a ver. Es verdad, no compartíamos el tiempo con cierta asiduidad; en cierto modo, estábamos en caminos distintos, inmersos en nuestros “grupos de amistades”, en la cotidianidad. Sin embargo, usted fue y es alguien importante para un servidor.
Saludos desde el otro lado del mar. Saludos desde el otro lado del mar que no nos divide sino nos une. Eso me gusta pensar seguido. Sea usted feliz como seguro lo ha sido. Con estas cartas sepa que aunque somos diferentes, tenemos algo en común.
Usted es verdaderamente hermosa, Yo soy genuino. Usted tiene brillo en sus ojos, Yo los tengo cerrados. Un saludo y nos vemos en la siguiente carta.
hermosa carta muy expresiva 👌
Muchas gracias, vendrán más.
bueno voy a esperar las ;)
Publicaré una al día.
vale entonces estaré atento bro