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Hace unos diez mil años, al consolidarse la presencia del homo sapiens sobre el planeta Tierra, seguramente, el hombre ya se valía de los vegetales, productores de alimentos, para su sustento, alternando estos nutrientes, con el consumo de carne, de los animales que cazaba.
Pero no solo usaba los vegetales como alimento.
Paulatinamente, fue descubriendo las propiedades medicinales de las diferentes especies de plantas, incluyendo los aspectos místicos, que usaba para afrontar problemas de índole espiritual, o sobrenatural.
La llegada de los conquistadores europeos a tierras americanas, acompañados de los esclavos africanos, trajo un complemento de conocimientos herbales, que vinieron a engrosar los saberes de yerbatería, que poseían y usaban los indígenas americanos, duchos en el espiritismo, y en el respeto místico de los espacios naturales que habitaban, mucho tiempo antes que los sometieran por la fuerza.
La cifra de especies botánicas con propiedades medicinales, mágicas, que curan el cuerpo y el alma, es muy grande, y de uso muy extendido en Venezuela y el mundo, a tal punto, que el espiritismo y la yerbatería, compiten en gran medida, con la medicina científica, llegando, inclusive, a ser la solución perfecta a los problemas de salud, mal de ojos, pava y otras tribulaciones del alma, de algunos sectores de la población, especialmente, los de menor nivel educativo formal.
La creencia popular ha catalogado algunas especies botánicas, como la panacea para mantener o recuperar el estado de salud, física y mental, destacando algunas que, parecieran que curan de todo.
Y es aquí, donde juega un papel fundamental la fe, la creencia mística, y el saber espiritual.
De las especies más recomendadas por los yerbateros, encontramos la célebre Lantana trifolia, mejor conocida a nivel de los curanderos y brujos, como “cariaquito morado”, que es una planta arbustiva, nativa del continente americano, de largas y finas ramas, en ocasiones usada como planta ornamental, que es muy común encontrar como maleza, compitiendo por el espacio y los factores ambientales, en ecosistemas naturales y artificiales, de toda Venezuela.
Esta planta medicinal, se caracteriza presentar hojas opuestas, ubicadas en los nudos de las largas ramas, en grupos de tres, de forma puntiaguda. Puede alcanzar los dos metros de altura, o crecer de manera horizontal, dependiendo de la competencia con otras plantas.
El atractivo ornamental del cariaquito morado, radica en su bella inflorescencia, del tipo espiga de pequeño tamaño, de corolas multicolor, con agrupamientos de más de 10 flores.
El cáliz es poco visible.
El fruto es una drupa, de forma redonda, de unos 4mm de diámetro, al principio de color verde, y morados al madurar.
Se presentan agrupados en una infrutescencia similar a la inflorescencia.
En Venezuela es común, encontrar el cariaquito morado, en todos los biomas, que incluyan de 0 a 1500 m.s.n.m., cumpliendo un rol de maleza tropical invasora.
A nivel taxonómico, el cariaquito morado pertenece al dominio Eucariota, reino animal, división Magnoliophyta, clase Magnoliopsida, orden Lamiales, familia Verbenaceae, género Lantana, especie Lantana trifolia.
Existen otras especies muy similares, con variaciones en el color de la inflorescencia:
Cariaquito Blanco (Lantana alba Mill).
Cariaquito Colorado (Lantana bamara L.)
Cariaquito de sabana (Lantana moritziana)
Cariaquito encarnado (Lantana involucrata L.)
Cariaquito amarillo (Lantana camara L.)
Cariaquito morado (Lantana trifolia L.) .
Variedad encarnada.
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El cariaquito morado tiene muchos usos medicinales, destacando la raíz, que se usa como antiespasmódico, las hojas para catarros, afecciones bronquiales, y para aliviar las várices. Todos los casos, en infusión.
El filtrado obtenido al machacar las hojas, en alcohol de 70 grados, es útil, en fricciones, para calmar mareos
La infusión de las flores se emplea para reducir la fiebre, y para calmar el picor causado por la lechina.
A nivel bioquímico, el cariaquito contiene en sus hojas, productos aldehidos y alcaloides como lantanina, muy semejantes a la quinina y de efecto antiespasmódico y antigripal.
Los frutos inmaduros tienen efectos tóxicos, cuyos síntomas son, debilidad muscular, pulso rápido y dificultades respiratorias y colapso vascular.
El cariaquito morado es la llave que usan los espiritistas, brujos, y chamarreros, para curar, maleficios de magia negra y combatir la mala suerte, producto de trabajos de brujería, asociados con usos esotéricos o de oscurantismo.
La sabiduría popular, recomienda bañarse con infusión de cariaquito morado, para alejar la pava macha, la mala suerte, prevenir conjuros y el mal de ojos, que también pueden sanarse mediante despojos, a ramazos, con la planta.
También se usa para limpiar la casa, previendo maleficios, o alejando los malos espíritus.
Se debe hacer desde el interior hacia afuera.
La esencia del cariaquito morado sirve para modificar estados de melancolía o de tristeza en las personas, o para cambiar actitudes negativas por actitudes positivas.
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La mayoría de los lectores, seguramente no es creyente de estas propiedades, casi mágicas, del Cariaquito morado, pero por si acaso, las voy a tener en cuenta.
Uno nunca sabe, donde va a saltar la liebre.
Mucha suerte y salud, para todos.
Ali Riera
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