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Por insignificante que sea, cada uno de los seres vivos que habitan el planeta Tierra cumplen una función especial, para que reine la armonía en los diferentes ecosistemas de todo el mundo.
El precio que debemos pagar por la extinción de cualquier individuo o especie, es el desequilibrio ecológico, y la solución que ha encontrado la evolución para mantener el equilibrio de la naturaleza, es la ocupación de los nichos ecológicos que queden vacantes, como consecuencia de la desaparición de cualquier especie.
Así que, un nicho ecológico, dentro de un ecosistema, es la función que cada ser vivo cumple en su hábitat, incluidas las diversas respuestas de este organismo, ante los embates de los factores ambientales.
También forma parte del nicho ecológico de un individuo, o una especie, la manera en que se relaciona con los individuos de otras especies que conviven con él, en ese ecosistema.
Mi amiga Leyda, con su jardín de capachos.
El objetivo final de toda especie es perpetuarse en el tiempo, a través de la reproducción, y para lograrlo, se vale de muchas estrategias de supervivencia, que incluyen: alimentarse, depredar, protegerse, superar a sus competidores, iguales y de otra especie, y muchas otras, que le aseguren la vida y la reproducción.
Todas esas estrategias representan su nicho ecológico, de modo que la ausencia de un individuo, deja vacante ese nicho, afectando de una u otra forma, a todo el ecosistema.
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Veamos el caso de la planta conocida como Canna glauca o capacho.
A nivel taxonómico, la planta de capacho, pertenece al dominio Eucariota, reino plantae, división Angiospermas, clase Liliopsida, orden Zingiberales, familia Cannaceae, género Canna, especie Canna glauca.
Observando, muy de cerca la biología de esta planta, se puede afirmar que esta Cannaceae juega un rol muy importante en su entorno, ya que ha logrado adaptarse a diferentes espacios, naturales y domésticos, mejorando la conformación estructural de los suelos donde crece.
En parte, esto se debe a que forma muchas hojas, flores y frutos, que cumplen su ciclo de vida, como órganos, y luego, pasan a formar parte del sustrato.
El capacho, por ser una planta herbácea, de duración perenne, sobrevive a las condiciones ambientales, forma nuevos órganos y se recupera, continuando su ciclo de vida.
La mejor estrategia para sobrevivir, es producir tejidos sanos y fuertes, y para ello, necesita muchos nutrientes y luz solar.
Los nutrientes los consigue fructificando en un sustrato que sea rico en los elementos químicos que requiere (N-P-K), y para eso, necesita un buen sistema radicular.
La evolución de Canna glauca le ha permitido esa adaptación anatómica, de modo que pueda cumplir con su nicho ecológico.
Para poder transformar los nutrientes que toma del suelo, en hidratos de carbono, y luego en energía, la planta de capacho ha desarrollado grandes hojas, de un intenso color verde, con abundantes cloroplastos y mucha superficie disponible para captar la luz solar, de modo que se asegure de excitar la molécula de clorofila, durante la fotosíntesis.
El envés de esas grandes hojas, tiene muchos estomas, que le garantizan el acceso a la molécula de dióxido de carbono presente en la atmósfera, que aporta el átomo de carbono, para formar los carbohidratos.
Si escasea el agua, las grandes hojas y flores, conducen las gotas que se condensan a partir del vapor de agua, hasta la raíz y el tallo rizomatoso.
El tallo de Canna glauca es del tipo rizoma, que le permite reproducirse asexualmente, a partir de yemas germinativas, que van emergiendo a partir del tallo subterráneo, a medida, que la planta madre envejece.
A pesar de tener asegurada su perpetuación, a través de los brotes del rizoma, la planta de capacho forma grandes y hermosas flores amarillas, con tonalidades rojizas y anaranjadas, que son muy llamativas para los polinizadores que la visitan.
Además, cuenta con el aroma de los nectarios y el apetitoso polen.
Lo que busca la planta es la fecundación de sus gametos, para almacenar los excedentes alimenticios, en el fruto, junto al embrión, protegido por la semilla, generando con esto, otra estrategia de reproducción, para épocas en las que se supere la escasez de nutrientes y las precarias condiciones ambientales.
semillas
Con todas sus estrategias de vida, esto es, su nicho ecológico, Canna glauca interacciona con muchas otras especies, y puede representar para esos individuos, la fuente de comida, el hábitat, la competencia, y hasta la salvación.
Canna glauca, no solo nos regala su belleza como vegetal, también nos brinda la comprensión de la compleja dinámica de los ecosistemas.
Ali Riera
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