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Las especies naturales, tanto vegetales como animales, representan factores fundamentales para la armonía de los ecosistemas, y también contribuyen a la paz espiritual y a la bonanza económica de muchas regiones del mundo.
Este es el caso de las orquídeas, que suman a su belleza floral, un potencial ecológico y económico inmenso, a veces ignorado por muchas personas.
La familia Orchidaceae está conformada por más de 25 mil especies de plantas monocotiledóneas, caracterizadas por ser herbáceas, terrestres, epífitas o trepadoras, que pueden vivir en forma perenne.
En su mayoría, poseen clorofila, por lo que producen su propio alimento, excepto algunas especies que, por carecer del pigmento verde, parasitan a hongos, con los cuales se asocian (micoheterotróficas).
Erróneamente, muchas personas consideran que las orquídeas son plantas parásitas, sobre todo las que viven sobre árboles (epífitas), pero en realidad, solo usan ese árbol como sustrato de sostén, ya que pueden producir sus propios alimentos, a través de la fotosíntesis.
La vida de las orquídeas epífitas, depende de la vida del árbol que las hospeda.
Si este es derribado, la planta de orquídea está en riesgo.
A nivel taxonómico, las orquídeas pertenecen al reino vegetal, división magnoliophiita, clase liliopsida, orden Asparagales, familia Orchidaceae, cinco subfamilias: Apostasioideae, Cypripedioideae, Epidendroideae, Orchidoideae, Vanilloideae.
Y en el caso de la flor nacional de Venezuela, la orquídea, pertenece al género Cattleya, especie Cattleya mossiae.
Otro error muy común, es pensar que todas las orquídeas son similares a nuestra flor nacional.
Nada más alejado de la verdad.
Existe gran variabilidad en las especies de la familia Orchidaceae., tanto en el tamaño, hábitat, aspecto externo y tipo de polinización, entre otros factores.
En concordancia con su nivel evolutivo, las Orchidaceae, presentan muchas adaptaciones evolutivas, que les permiten estar en la cúspide de la evolución.
Esto se corresponde con la consideración de que las plantas monocotiledóneas son las más evolucionadas del reino vegetal.
Al ser angiospermas, presentan raíces, tallos, hojas, flores, frutos y semillas, muy evolucionados, perfectamente adaptados al entorno donde habitan.
Veamos algunos detalles de cada órgano de una orquídea:
Raiz:
En las orquídeas terrestres se presentan raíces tuberosas, que tienen la función tradicional de una raíz, esto es, absorber nutrientes y sostén del vegetal.
Al carecer del suelo como sustrato, las orquídeas epífitas se fijan a los troncos de los árboles mediante sus raíces, que son visibles, largas y gruesas. Son blanquecinas o verdosas, por la presencia de clorofila.
Estas raíces aéreas forman acumulaciones sobre los troncos, que retienen humedad, absorben nutrientes y crean espacios, que sirven de hábitat a muchos seres vivos.
Tallo:
Las Orchidaceae terrestres presentan un tallo rizomatoso, que genera yemas germinativas, de hojas, o de nuevas plantas.
El tallo de las orquídeas epífitas está representado por unos pseudobulbos, que se forman por el engrosamiento de las hojas, donde la planta almacena agua y nutrientes.
Se cree que también pueden almacenar aire, entre los espacios celulares.
Son de color verde, indicativo de la presencia de clorofila
Hojas:
Son de color verde, y muy propensas a cambiar al amarillo, bajo la luz solar directa.
Nacen de las yemas germinativas del rizoma de las orquídeas terrestres.
En las epífitas, las hojas de las orquídeas nacen a partir de los pseudobulbos o tallos aéreos. Se disponen en dos filas verticales opuestas.
Son más largas que anchas, y puntiagudas, con una vena central.
En algunas especies, las hojas nacen al mismo nivel alrededor de un eje.
En algunos casos pueden presentar pecíolo.
No presentan estípulas.
Al tacto se sienten duras, resistentes, y poco flexibles.
El tejido mesófilo es muy brillante, rico en agua y nutrientes, sobre todo en aquellas orquídeas que habitan en lugares con escasez de agua. Además, presentan una cutícula gruesa.
FLOR:
Como en todas las monocotiledóneas, la flor de las orquídeas presenta un perianto trímero, esto es, tienen tres sépalos y tres pétalos.
Uno de los pétalos se ha modificado en una estructura que imita a la hembra de los animales especializados en la polinización de las flores de la orquídea.
Se denomina labio o labelo, y es de mayor tamaño y más colorido, que el resto del perianto.
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Las flores de las orquídeas están dispuestas anatómicamente, para atraer a sus polinizadores, que normalmente son mamíferos, como los murciélagos, muchas aves pequeñas como el colibrí y gran variedad de insectos.
Todas estas estas especies presentan una evolución caracterizada por las divergencias adaptativas, que evitan la competencia alimentaria entre especies.
Las distintas especies de Orchidaceae, presentan sus flores dispuestas en inflorescencias, y en algunos casos, solo tienen una única flor.
Las inflorescencias más comunes son las del tipo racimo, o espiga, en las cuales, las flores nacen en un tallo fino y alargado, denominado pedúnculo, ubicándose en una zona denominada raquis, que porta las flores a su alrededor.
Las orquídeas florecen una vez al año, coincidiendo, en Venezuela, con el inicio de la estación lluviosa, aunque a nivel mundial, los factores predominantes son ambientales, tales como la disminución o elevación de la temperatura, el incremento de las horas de luz, los cambios de estación y las variaciones en la humedad ambiental.
Las orquídeas de las regiones más cálidas de Venezuela (bioma de matorral xerófito), presentan similitud de raíces, tallos, hojas y frutos con las de la zona fría (selva nublada), pero varían en las inflorescencias, que se presentan en racimos de pequeñas flores, de variados colores, con un largo pedúnculo.
Fruto:
Es del tipo cápsula, que se abre al madurar para liberar y dispersar los miles de pequeñas semillas.
En algunas especies el fruto es tipo baya.
Semillas:
Están contenidas dentro de la cápsula, o fruto, en número que puede llegar a los 4millones.
Su tamaño es de poco más de un milímetro, y parece polvo, que se dispersa fácilmente con el viento.
La semilla consta de una concha dura y el embrión, sin nutrientes, por lo que la germinación implica, que el embrión se asocie con un hongo, que aporte los alimentos requeridos mientras ocurre la germinación.
Esta relación entre el hongo y el embrión de la orquídea perdura hasta que la planta fructifica y puede realizar fotosíntesis.
En el caso del género Vanilla, Subfamilia Vanilloideae, las plantas poseen frutos carnosos, tipo baya, que al madurar, despiden olores muy agradables, para los pájaros y mamíferos que actúan como polinizadores.
Es necesario recordar, que el divino extracto de vainilla, usado como saborizante y aromatizante de postres y comidas, es extraído de la orquídea vainilla (vanilla planifolia).
Químicamente, el extracto de vainilla se denomina metil vainillina (4-hidroxi-3-metoxibenzaldehído) y se representa con la fórmula condensada (C8H8O3), o extendida (CH3O)(OH)C6H3CHO.
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Las orquídeas representan uno de los activos económicos más importantes de la horticultura, eso sin olvidar su papel ecológico, que crea hábitat, biotopo y resguardo para muchas especies con las que convive.
Imagen tomada del FACEBOOK, de mi comadre Amelia Pérez.
Las orquídeas son maravillosas.
Ali Riera
Todas las fotografías, excepto la que indican la fuente, son propiedad del autor.
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Buenas tarde. Les agradezco por el respaldo a mis publicaciones. aliriera