Chupa Muela

in #spanish4 years ago (edited)

Esta mañana le tomé algunas fotos a una rueda que está en un parque cerca de mi casa. Me parece que tiene bastante tiempo, creo que está mejor diseñada que las que uno solía ver en los parques de antes, que frecuentemente eran vandalizadas y destrozadas por inadaptados.

Rueda IMG_20200813_064853.jpg
[+zoom]

Alguna vez llegué a pensar que esas ruedas y otras diversiones del parque se rompían porque estaban diseñadas para niños y luego venían adultos a divertirse con ellas, cometiendo abusos en el peso que éstas podían soportar. Pero más de una vez estuve observando de cerca la forma en que estaban rotas y me convencí de que habían sido rotas a propósito, eran actos legítimos de despiadado vandalismo.

Es un tipo de mentalidad que no alcanzo a comprender. Hace tiempo caminaba yo con un amigo por Barcelona, donde él vivía, y me señaló una casa diciéndome que, cuando muchacho, él y un grupo de adolescentes le cayeron a piedras a los vidrios de la ventana de esa casa, luego salieron corriendo.

Yo le pregunté:

"Pero... ¿Acaso tenían algo en contra de esa gente?"

No. Simple placer de romper los vidrios...

No lo entiendo.
Yo nunca hice algo como eso.
O tal vez sí...

Recuerdo en mi adolescencia que nos escondíamos para, desde la oscuridad, gritarle apodos a ciertas personas, frecuentemente viejitos borrachitos.

Había uno que se la pasaba chupándose los dientes de forma increíblemente sonora. Le decían Chupa Muela. Cierta noche lo vimos a lo lejos y nos ocultamos. Esperamos un rato hasta que pasó justo frente a nuestro escondrijo. En ese momento comenzó nuestra canción de tonos muy variados:

CHUPA MUELA!
chupa muela!
Chupa Muela!

De verdad sonaba como la Serenata Guayanesa...
Pero hubo uno que rompió el ritmo:

chupa muela!
Chupa Muela!
—> CHUPA MUELINGUITELA <—

Aquí todo el mundo soltó una carcajada mientras el viejito, provocando más a risa, trataba con la vista de penetrar en la oscuridad a ver quién era. Él no tenía oportunidad de atrapar a nadie, a nuestras espaldas había demasiado sitio para correr y conocíamos el terreno mejor que él. Pero de verdad tomó una actitud como si fuera a hacer algo. Al rato se devolvió por el mismo camino por donde venía, probablemente a buscar un machete. Al regreso no iba a encontrar a nadie, ya todos estaban perfectamente entrenados en esas artes.

En otra ocasión, a pleno mediodía, alguien vio de lejos que se acercaba El Podrío, un célebre borracho cuyo aspecto y olor insinuaban que no se bañaba nunca. A los muchachos se les ocurrió hacerle un acto de caridad a su indigencia, contando también que estábamos en época de Carnaval...

El Podrío era una persona de lenguaje violento, con un poquito de mala suerte podía terminar malogrando a alguno de los muchachos, era menester conservar un perímetro de seguridad.

Se comisionó a un francotirador de reconocida experiencia para alcanzar con éxito objetivos remotos. Se le dio una bomba (un globo inflable lleno de agua). Todos nos preparamos para el disparo. Ya El Podrío estaba por alcanzar una distancia crítica.

El tirador se cuadró, midió su objetivo, estiró el brazo y lanzó la bomba. Todos seguimos con la vista la trayectoria del proyectil. Cuando yo vi que la bomba le cayó al Podrío en la nuca y lo bañó por completo, salí corriendo. De pronto me di cuenta que fui el único que corrió. Esa parte no me la advirtieron. Apenas pude ver al hombre echando pestes por la boca.

Sí, creo que esas aventuras son también una forma de vandalismo, al final no soy tan inocente.



Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)

Sort:  

Tocar el timbre y salir corriendo...eso es un clásico. Vandálico lanzar piedras a un techo de zinc...acto que muchos hicieron de niños y son ahora personas respetables y que respetan lo ajeno. Difícil de identificar y fina la linea que separa la maldad de la travesura. La vida es todo menos fácil de entender @amaponian

Estas recibiendo nuestro voto y tu publicación aparecerá en nuestro reporte de curación.

mayvileros logo nuevo.png¡¡¡Felicidades!!!