Mis insomnios

Desde que te conocí, mis insomnios son sonrisas compartidas y relojes que nunca terminan de girar. Son todos los momentos de ensueño que paso contigo, y que no desaparecen al parpadear. Son los mejores poemas, los mejores cuentos y las mejores novelas que jamás se podrán escribir: lo nuestro no se queda en un papel o una pantalla, lo llevamos los dos.

Mis insomnios son
fotografías enmarcadas
que adornan mis pensamientos,
son ladrones de corazones y suspiros
que me recuerdan la fortuna de tenerte.

Mis insomnios son también sueños, o al menos intentan serlo, porque me halan, me gritan y me dicen que los comparta contigo, y sé que, sin importar si duermes o te mantienes insomne, cada noche que pueda pasar contigo es mejor que todas las fantasías del mundo.

Mis insomnios,
mis noches en vela,
son tú y todas nuestras peleas,
todos nuestros romances
y los besos que nos damos,
son ventanas, senderos
y mares (capitán),

son corbatas que guindan
y pantalones lanzados a ultramar,
son sábanas que atrapan
y el calor de dos cuerpos
recuperándose
del insomnio.

En fin, amor, mis insomnios son tuyos en la misma medida en que yo lo soy.