Puede ser cierto que la nostalgia pueda controlarse, pero bajo mi punto de vista es una emoción en la cual las circunstancias de la vida me hacen sucumbir casi a diario. Mis dos hijos tuvieron que emigrar de Venezuela, somo una familia más, desintegrada, día a día nuestra comunicación es por redes. ¿Cómo no estar nostálgico? NO SABÍAMOS LO QUE TENÍAMOS HASTA QUE LO PERDIMOS. Pero OJO, mi fe NO ha decaído y sé que de ésta salimos.