Con los últimos acontecimientos en Venezuela, ando reflexionando como politólogo y educador para la paz, será que debemos formarnos en innovación política que nos permita entender que la forma de hacer política y pensar en ella ha cambiado en América Latina. En tal sentido, recientemente comencé el DIPLOMADO INNOVACIÓN POLÍTICA de la Academia de Innovación Política con sede en Argentina con la organización Asuntos del Sur.
Podemos decir que en América Latina, actualmente estamos en un proceso de transformación que está afectando diferentes niveles de la sociedad y al sistema político. Los países de la región viven una triple transformación: una acelerada penetración del internet a partir de un mayor uso de tecnologías móviles, el creciente involucramiento en la política de una nueva generación de jóvenes-adultos nativos democráticos y que a su vez representan un bono demográfico, y nuevos desafíos económicos luego de la emergencia de nuevas potencias pero a su vez marcados por la caída de los commodities, implicando así la necesidad de urgentes transformaciones en las bases productivas. A estos movimientos, se le suman problemas tradicionales que aquejan a la sociedad, como la pobreza, desigualdad, escasa articulación territorial, extractivismo, debilidad institucional, baja legitimidad de los partidos políticos, entre otros.
Estos desafíos requieren repensar la relación entre Estado y Sociedad, desde una mirada inclusiva, democrática e innovadora, generando de esa manera un sistema político que integre adecuadamente a actores sociopolíticos emergentes que actúan de una manera más cooperativa, plural, en red, con una mirada regional y que piden nuevos y mejores espacios de participación política. No obstante, el sistema político y varias de sus instituciones, se han visto frecuentemente en el centro de las críticas por no cumplir eficientemente su rol de intermediación. Es por ello que surge un pedido de renovación de liderazgos políticos que logren reunir estos espacios divergentes. Se requiere de liderazgos que empujen agendas y transformaciones, que representen nuevas éticas democráticas de ejercicio de poder y de aprovechamiento de las posibilidades tecnológicas para empoderar a los ciudadanos y generar innovaciones.
Este diplomado tiene tres módulos con una duración de un mes cada uno y del “Laboratorio Feeling” que será una instancia de trabajo que se desarrollará entrando en el tercer módulo del diplomado. El “Laboratorio Feeling” es transversal a las temáticas del diplomado con lo cual esperamos que vayan recogiendo conocimientos y conceptos para el desarrollo del proyecto.
En el inicio, se nos planteó la siguiente interrogante:
¿Cuáles piensan que son las principales oportunidades y desafíos planteados para las organizaciones sociales que buscan incidir para el bienestar de su sociedad en este régimen internacional de contradicciones?
En tal sentido, considero que las principales oportunidades que se les presenta a las organizaciones sociales que buscan incidir para el bienestar de su sociedad versus las contradicciones internacionales presente se puede centrar en ser los centros de la educación ciudadana que permita consolidarse en cada sociedad como el foco de la preparación de la generación de relevo, la creación de nuevas pedagogías democráticas y la utilización de las herramientas de información digital, entre otros.
Los principales desafíos para estas organizaciones sociales en este precepto de ser el centro de la educación ciudadana, dentro de esas contradicciones como poca credibilidad de los partidos políticos tradicionales, los dilemas entre la izquierda y la derecha o entre las dictaduras y democracias, entre otros; es convertirse en centro creíbles en los ciudadanos para visualizar nuevos escenarios justos, democráticos, respetuosos de los derechos humanos, entre otros.
Lo anterior corresponde al módulo Nro 1 dedicado a las SOCIEDADES EN TRANSFORMACIÓN.
Según el diplomado señala que “los paradigmas fundantes sobre los que se sostiene la sociedad moderna se encuentran actualmente en transformación y debate. En la dimensión de la política, la sociedad moderna se ha construido mayormente en base a la idea de la comunidad política del Estado-nación, el contrato social y un sistema de administración del aparato público altamente burocratizado y jerárquico.
No obstante, actualmente las ideas con respecto a esa configuración se hallan rebatidas y altamente contrastadas. Los ciudadanos participan cada vez menos a través de mecanismos formales y se sienten menos representados por partidos políticos, las soluciones a los grandes problemas de la sociedad surgen desde los propios ciudadanos y no desde las instituciones gubernamentales, los Estados ceden soberanía ante el surgimiento de nuevas organizaciones internacionales y transfronterizas.
En los albores del Siglo XXI, cabe preguntarnos qué formas de participación políticas están emergiendo, cómo las tecnologías digitales están cambiando nuestras concepciones del mundo y potenciando nuestras capacidades, y cuál es la potencialidad que tienen los ciudadanos para generar innovación”.
En este módulo desarrollaremos tres unidades temáticas, dedicadas a los desafíos políticos en América Latina, la Revolución Digital e Innovación ciudadana en la era digital.
Fotos y Contenidos de mi autoría.
Respaldo el presente artículo con mi asignación 
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