Hace cuatro meses publiqué una reseña sobre la película Yodaí-e Nader az Simín (A separation), escrita y dirigida por el iraní Asghar Farhadi, quien se llevó la estatuilla dorada a Mejor película de habla no inglesa en los premios de la Academia en 2011. Para leer el post sobre ella, haz clic en el siguiente enlace:
A separation (Película): un emotivo drama sobre el divorcio y la justicia
Tan buena impresión me causó aquella cinta que quise buscar algo más del director y di con Forushandeh, conocida en inglés como The salesman y en español como El cliente, o El viajante. A pesar de esta variedad de títulos, todos ellos le quedan bien, por una u otra razón, aunque debo reconocer que ninguno resulta muy llamativo. Quizás por ese hecho, sumado a que la película no es sólo extranjera, sino iraní (proviene de uno de esos países condenado en la opinión pública occidental), muchos se pierden la oportunidad de disfrutar de esta magnífica cinta. En resumen, cuenta la historia de Emad y Rana, una pareja que deben abandonar su departamento en el centro de Teherán porque una obra cercana amenaza la estabilidad del edificio que ha comenzado a agrietarse. La filmación de la escena inicial, con los vecinos saliendo de sus pisos, bajando las escaleras (no hay ascensor), captados por una cámara en perpetuo movimiento, es una demostración de pericia fílmica que nos envuelve inmediatamente en la trama.
A través de un compañero del grupo teatral en el que ambos actúan, la pareja consigue mudarse a otro apartamento. El inquilino anterior ha sido desalojado pero no ha vuelto por sus cosas, así que las arruman en la azotea y proceden a ocupar el piso, pero poco a poco, una frase suelta aquí, un objeto descubierto por allá, nos vamos dando cuenta de que la antigua habitante del lugar era una mujer inestable, violenta y sexualmente promiscua que cobraba por sus favores sexuales a su diversa clientela. Y como una sombra, ese pasado se hace presente cuando Rana, estando sola en casa, es atacada en el baño por uno de los clientes de esta mujer que acudió sin saber que ya no vivía allí.
A pesar de no haber sido violada (sí golpeada), la experiencia resulta igualmente traumática para Rana y origina una serie de hechos dramáticos. La compañía teatral se encuentra presentando esa temporada The death of a salesman de Arthur Miller, protagonizada por Emad y Rana, quien no puede continuar actuando, debido a que se quiebra en medio de las tablas a causa de su recién adquirido nerviosismo y su temor. Usando como pista las llaves de una camioneta que el atacante de su esposa dejó tiradas en el apartamento, Emad trata de hacer justicia por su cuenta. No busca asesinar al atacante o golpearlo, su sentido de la justicia lo empuja a buscar la respuesta a una pregunta, ¿por qué? ¿por qué atacó a su esposa de esa manera? Además de esa respuesta, Emad persigue una disculpa, quiere exigirle al atacante que se disculpe con su mujer.
Al igual que quienes ven la película, Emad espera encontrar al infractor y que este sea un hombre joven, corpulento, violento, impetuoso, con rasgos de locura y salvajismo en su porte. Pero, después de una serie de hechos que mantienen al espectador atrapado en la investigación, cuando por fin descubre la identidad del agresor, es la confusión la que lo ataca. El atacante resulta ser un vendedor de más de sesenta años, gordo, bajito, medio calvo, con una delicada condición cardíaca que mantiene a raya con sus medicinas, ¿qué hacer? ¿denunciarlo? ¿golpearlo? ¿dejarlo ir? Emad procede así: lo dejará ir... una vez que le haya contado a su familia (la del agresor) lo que hizo y qué fue a buscar al apartamento.
El hombre se niega a hacerlo. Tiene una esposa con la que ha vivido treinta y cinco años, una hija a punto de casarse y un yerno que lo adora, ¿cómo confesarles lo que hizo? No es un hombre normalmente violento, no ha hecho eso otras veces, aunque sí echaba sus canas al aire con la inquilina anterior; total que el drama y la tensión de tener que verse expuesto ante sus seres queridos (Emad llama a los familiares del hombre) le provoca un infarto. La secuencia final es dramática en su totalidad (como casi el resto de la película): la discusión entre los hombres, la intervención de Rana pidiendo a su esposo que lo deje ir, la llegada de la familia del hombre, el contraste entre la imagen que tienen de él y el acto que ha cometido, el deseo de justicia, de venganza de Emad, su dilema entre exponer al hombre y destruir su vida, o hacer caso a su esposa, al perdón y a la compasión que su religión profesa. No es una situación fácil de manejar, porque una nueva tragedia planea sobre la escena.
Al igual que en A separation, una de las cosas más impresionantes de este director y esta película, es la forma en que concentra la mayoría de su peso en las actuaciones y en el guión, soportados por una dirección, una fotografía y un montaje sin defectos. Otro elemento destacado es el diseño de vestuario que pasa de tonos coloridos al inicio, a textiles oscuros y sombríos hacia el final de la cinta, reflejando el ánimos de los personajes. Como muchas otras películas extranjeras de bajo presupuesto, esta cinta no usa efectos especiales, no tiene un reparto muy amplio, o escenas muy gráficas (el ataque no se ve), pero el guión está tan bien elaborado que esas cosas no son necesarias; es más, entorpecerían una historia en la que nada es gratuito: las frases mencionadas así como de paso, o los cuadros tomados aparentemente al azar, son luego utilizados de forma magistral dentro de la trama y resultan claves para el devenir de los acontecimientos, haciendo un excelente uso de el rifle de Chéjov.
En el festival de Cannes en 2016, Shahab Hosseini (Emad) ganó el premio a Mejor Actor por este papel y Asghar Farhadi ganó el premio al Mejor guión, emulando lo obtenido con A separation, con la cual obtuvieron galardones en el Festival de Berlín a Mejor actor y Mejor película. Además, por segunda ocasión, Fashadi se llevó el Oscar a Mejor película de habla no inglesa. The Salesman es para mí una película de 8/10, porque cuenta con una trama bien llevada que, a partir de un pequeño incidente, explora la complejidad del alma humana: venganza, justicia, honor, dolor, tristeza, vergüenza, maldad, compasión, perdón, amor, determinación, todo ello y más nos habita. Con pinceladas de thriller psicológico y metaficción, este drama es una delicia cinematográfica para los amantes del buen cine, esos que se atreven a mirar más allá de las fronteras de Hollywood y las grandes producciones.
Reseñado por @cristiancaicedo
Posted from my blog with SteemPress : http://cristiancaicedo.repollo.org/2019/10/22/the-salesman-pelicula-la-complejidad-del-alma-humana/
This post was shared in the #spanish-curation channel in the Curation Collective Discord community for curators, and upvoted and resteemed by the @c2-spanish community account after manual review.
@c-squared runs a community witness. Please consider using one of your witness votes on us here
¡Felicidades! Esta publicación obtuvo upvote y fue compartido por @la-colmena, un proyecto de Curación Manual para la comunidad hispana de Steemit que cuenta con el respaldo de @curie.
Si te gusta el trabajo que hacemos, te invitamos a darle tu voto a este comentario y a votar como testigo por Curie.
Si quieres saber más sobre nuestro proyecto, acompáñanos en Discord: La Colmena.
Never seen the movie but heard a lot about it :)