Los rostros de mi tierra se llenan de temor, los rostros de mi tierra se llenan de dudas, de incertidumbre, de angustia. Esa angustia que te corta la respiración, te quita el sueño y hasta las fuerzas. Esa misma que sientes al no tener nada seguro, porque aquí ya no hay nada que se pueda llamar duradero…
Suelo ver a diario esta cara, muchas veces se confunde con dolor, otras tantas con desespero, muchas veces es de hambre y otras de preocupación.
A diario veo largas colas de personas que tan solo desean buscar el alimento del día, porque seguro en casa esperan los hijos y nietos que ya ni siquiera han podido ir a la escuela, pues, como yo misma he escuchado en la vía, es mejor que pasen hambre en la casa que en la calle…
Veo estas caras en los supermercados, vacíos, donde se hacen grandes colas para llevar el único producto que llego ese día y el cual después de hacer largas filas, muchas veces desde altas horas de la madrugada, ni siquiera logran comprar.
Que absurdo, que injusto!
Veo a diario estos rostros en los hospitales, esperando que lleguen las medicinas, que consigan un anestesiólogo, el suero, el algodón, o tal vez pensando en cómo hacer para completar el dinero para realizar ese examen que le indique su estado de salud…
Estas caras están en la morgue, donde los cadáveres se apilan porque ya no hay espacio, donde llega un padre a reconocer el cuerpo de su hijo, asesinado cuando llegaba del trabajo, todo por robarle un celular que a pesar de no ser el más nuevo, le había costado trabajar casi durante todo un año para poder reunir y comprar lo que tanto quería.
Se ven estas caras en los aeropuertos, en las fronteras, donde a diario salen miles de personas buscando no realizar un sueño, no, buscando sobrevivir. Donde se deja el alma y la mente en casa y se marcha para intentar lograr algo que sencillamente en tu país ya es casi imposible…
Veo este rostro en el espejo, tal vez no es mi cara, es mi alma, es mi interior… Sí, lo veo a diario, en mí, en los míos, en mis vecinos, en todos…
Vivo en un país que parece estar sumergido en un caos, que no tiene memoria, que no tiene apoyo, en donde cada quien tiene su propia lucha, los culpo? Pues claro que no, nadie sabe lo que pasa en cada cabeza, en cada casa, en cada vida…
Sueño con ver a mi gente con otro rostro, sueño con ver a mi abuela, a mi madre, a mis hijos con otro rostro…
Si la lucha es mía, la luchare…
Si el sacrificio es mío, lo haré…
Si tan solo todos entendiéramos que el problema no es de uno, es de todos… que no soy yo quien ve a los demás con esta cara, es que ellos también me ven así.
Este país está lleno de espejos, por donde camino me veo, te veo, siempre, lamentablemente, siempre, con los mismos tristes y desesperados rostros…
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Seguro, gracias!