A veces, somos gatos
perdemos 1 de siete vidas
intentando reparar algo
que nació ya roto.
en el juego de la vida.
Otra nos la robó nuestro primer
amor en algún momento.
nuestra inocencia en el momento
de ser adultos.
Aquí en este punto la dividimos para
comprar boletos de lotería en el sorteo
de las felicidades en el mundo.
al haber entregado el último boleto en
una cama, que nueve meses después se
volvió sala de parto y ya no eran 2 sino 3
y la suma total era un nueve.
La última siempre se la sabremos entregar de alguna manera a la muerte, con elegancia, amor y viejos rencores o recuerdos, pero la guardamos siempre para ese preciso momento donde todos pagamos el precio de haber vivido, incluso si lo hicimos como gatos.
Morimos y nacemos muchas veces, cuando dejamos algo atrás que no haremos más nunca y cuando nos transformamos espiritual y mentalmente.
creo que lo importante no es el origen ni el destino de nuestras vidas, sino el disfrute que hagamos de ellas.
Siempre pensé que los únicos privilegiados con 7 vidas eran los gatos, pero viendolo desde tu poesía estoy de acuerdo contigo.
Seguro ya estoy viviendo la última vida
Un gran beso :)
creo que los poetas son inmortales mary
Un Abrazo.
Buenas palabras @eavil. Pienso que de la cuarta muerte se puede resucitar. Saludos.
Opino que resucitado o no, es algo que no se olvida.
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