Los exorcistas y el diablo

in #spanish6 years ago

Saludos hermanas piuranas y puneñas steemitianas. A continuación una novela de terror a plazos. Espero la disfruten. Favor no haga caso de la numeración de página pues es un escrito incrustado en una recopilación de inéditos antiguos.

Uno
La mujer desnuda en el cuadro no le pareció agraciada en lo absoluto, aunque le
era algo familiar. Las piernas quizás demasiado largas. El vientre ligeramente
abultado, las caderas poco pronunciadas. Extremadamente pálida, rosácea. Los
colores pasteles y opacos aunque muy claros de la pintura le parecían
antinaturales. Totalmente lampiña contrastaba con esa enorme cabellera negra
que casi apenas se adivinaba en su espalda y le llegaba a las rodillas. El sexo
oculto por un imposible cruce de piernas a pesar de estar parada pero sutilmente
encorvada. También los senos, de seguro mínimos, escondidos con los largos
pero gruesos brazos dispuestos en forma de equis. Lo peor era el rostro, la nariz
grande perfilada como un hombre griego. La expresión de la mujer revelaba
placer, no del todo sensual. Como enamorada. Tres querubines parecían volar
alrededor de su cabeza y sus hombros. Parecían besarla o mirarla con dulzura
65
muy de cerca. Uno de esos cuadros echos por capas que dan una impresión
tridimensional cuando se les mueve, pero que al mirarlos desde una misma
perspectiva dejan la impresión de obra mal acabada. A sus espaldas otros cuatro
querubines desde el piso parecían contemplarla con admiración. Uno de los
angelitos desnudos portaba una flecha en su mano derecha, y parecía estar
tomando impulso para insertársela.
Thomas pensó en algún cuadro clásico quizás deformado por ese intento de arte
tridimensional. Fulana y los cupidos", se titularía.
Lo más discordante serían esas mariposas y flores de tamaño exagerado en
primer plano. Parecían manchas.
Thomas estaba leyendo en su computador obras de terror. Ahora un relato en el
que seres malignos o benignos se veían atrapados en vasijas o estatuillas y que
trataban de escapar de sus prisiones materiales; algo así como el genio en la
lámpara maravillosa.
Se le ocurrió fantasear con esa idea y retomó con curiosidad y una lente de
aumento el análisis de la pintura.
El rostro de la mujer se le antojó ahora más bien con un rictus de desesperación,
y la alegría de los querubines le pareció más de malignidad. Era como si las
caricias y besos se trucaran en arañazos y mordiscos. Las sonrisas en muecas.
La flecha del Cupido estaba ahora más cerca de la espalda de la mujer, y algunos
hilillos de sangre manaban de su frente y sus hombros.
66
Hasta le pareció que los pérfidos alados le habían colocado en la frente una
corona de espinas.
Thomas fantaseaba a cerca del espíritu de la mujer asustada y torturada por los
demoníacos querubines aún con la lupa en las manos, cuando su esposa Jean
entró en su estudio. Aprovechó para pedirle que mirara con la lente el cuadro.
Sabía que te gustaría, - dijo Jean sonriendo, - por eso lo escogí para tu
cumpleaños Thom. A mí me fascinó a primera vista.
Míralo con detenimiento, - dijo Thomas.
Jean besó a su marido y le quitó la lente.
Creo que es para verse de lejos, - dijo Jean y lo colgó en la pared en su
lugar.
¿No te parece extraño?, dijo con cuidado, para no herir los sentimientos de
Jean. Después de todo había sido su regalo de cumpleaños.
Además su relación estaba pasando por una crisis. Aunque estaba perdidamente
enamorado de su mujer, había perdido el apetito sexual, y eso le preocupaba. Por
todo eso no insistió en fomentar ni comentar a Jean sus apreciaciones del cuadro.
Dio por terminado el asunto hasta que un mes después, la misma Jean lo trajo a
colación.
... continuaremos nuestra escalofriante historia mañana por la mañana si no nos coge la noche...

Sort:  

@ezam1959, I gave you a vote!
If you follow me, I will also follow you in return!