Sentía como mi corazón se agitaba con la respiración de su aliento en mi cuello, el frenesí desencadenado al ver su esbelta figura, era un completo descontrol ya que con tan solo tocarme mi mundo se venia de cabeza, ella era mi mundo y por muy caótico que fuera ella con sus inseguridades. su fragancia y costumbres me quitaban el sueño y de tenerlo, ella se convertía en uno de lo sueños mas relevantes en varios días o en el mes.
Entrar en la monotonía con ella no me disgustaba, ya que tener una rutina con ella era anhelado por mi pero sabia que no debía pensar solamente en mi y es ahí donde las variantes del sexo abrieron nuevas puerta tanto como para mi como para ella.
Su cuerpo fue degustado con paciencia y de pies a cabeza cada lunar e imperfeccion de su piel fue contado con detenimiento, era el arte mas incomprendido del mundo y para mi suerte yo lo lograba entender, a simples rasgos eramos un equipo perfecto o simplemente nos acercábamos a ello.
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