Fuiste el mejor tiempo que yo pude haber malgastado, el mejor desperdicio de todos mis años.
Los mejores años en los que yo he respirado, respiro inspirado por estar a tu lado.
Lado del cual falsamente quiero estar alejado, alejado del mundo, pero de tu corazón muy cercano.
Con un corazón fuertemente cercado, de todas las cosas de ti que yo amo.
El mejor error que yo he acertado, me dejó envenenado por estar divagando.
Veneno mental que me llena de insomnio endulzado, por tantos recuerdos de un par de hermosos labios rosados.
El mayor tropiezo, pero bien calculado, primero saltamos y luego nos preguntamos.
Eres la suma con la que siempre culmino restando, y la gravedad que luego de un tiempo me abandonó en el espacio.
Eres la fuente de luz que oscureció todo un cuarto, una flor que se marchitó, al encontrarse con mi olfato.
Fuiste ese viaje que acabó sin haber comenzado, y también fuiste mi futuro que se destinó al fracaso.
Eres la risa del niño que se ahoga en su llanto, eres la libertad que me inspiró a salir de mi cuarto.
Eres la directora que le dio vida a todo el teatro, y ahora eres el acto que yo diariamente extraño.
Eres la realidad con la que se confirmó una mentira, también el respiro letal con que te llevaste el sentido de mi vida.
Eres esa disculpa que nunca será respondida, eres ese par de ojos que nunca verán el amanecer de otro día.
Pero cuando el sol deje de cambiar mis noches por días, podré reunirme contigo finalmente en alguna otra vida.