Todo es relativo en la vida, desde lo que está bien, hasta lo que está al revés, todo, desde lo que ves, hasta el cómo lo vez, si no logras entender, pues ya pasó otra vez por la forma de tu entender.
Todo está en cada mente, pues cada mente es un nuevo mundo diferente, diferentes mundos de la misma calaña, pues la raza es la realidad enlazada, y realmente, así es como yo lo veo en mi realidad, para algunos, realidad extraña y disparatada.
Incluso es relativo el bien y el mal, pues de no ser así nadie conocería la maldad o bondad, pues yo creo que ellos no creen que hacen el mal, pero claro, eso es dentro de su realidad.
¿Pero qué pasa con las demás?, pues sólo les queda criticar, criticando la realidad diferente a la “mía realidad”, critican todo lo que es distinto y que ellos no han de gustar.
Lo relativo del gustar, es que a unos les gusta dominar y a otros el conformar, a unos les gusta actuar y a la gran mayoría parece gustarles el simple observar.
Creo que a mí me gusta creer que el mundo algún día podré yo cambiar, mientras escribo, me pregunto si esto lo entenderá alguien más, me pregunto si será alguien capaz de asumir este texto en su propia realidad.
Creo que querer el mundo mejorar no está del todo mal, siempre y cuando no se destruya algo bueno, pues a la final no sería más que dar ventaja al rival, la maldad.
Pues en mi realidad, existen cosas ilimitadas, pero no infinitas, pues sólo lo infinito limita a lo ilimitado, el dolor representa lo ilimitado y el amor se usa para limitarlo y acabarlo.
Quiero ser el adversario más odiado de todo lo malo, pues me considero de las cosas buenas un fiel aliado.
Al lado mío quiero tener miles de hermanos, todos unidos por nuestras manos y que nuestros brazos se extiendan por todo lo largo que a nuestro planeta le demos un fuerte abrazo.