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La puerta estaba abierta así que simplemente entré, el sol del mediodía me cegó por un instante, la brisa apenas soplaba pero a pesar de ello se sentía fresco.
Miré a mi alrededor admirando mi recién descubierto paraje, la curiosidad y emoción me invaden así comienzo a explorar, no hay nadie más, de hecho no hay nada solo escombros y polvo pero es todo mío, desde allí puedo ver la ciudad, todos están a mi pies, estoy muy por encima de ellos no lo saben son ignorantes de su destino, me acerco al borde, miro al horizonte y en mi abstracción noto lo que realmente está ahí, no es nada, solo yo.
Me hago una con el polvo, la brisa, mi propia conciencia y la soledad.
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umm...creo que ya estas comenzando a descubrir tus poderes de metahumano y con ello la superioridad que alcanza tu ego al sentirte diferente...lo que no sabes es que hay muchos como tu observándote desde las sombras que dejas atrás, cuidado...
Mis poderes ya los conocía y jamás descuido mi retaguardia no tengo porque confiarme de nada, no hay que subestimar a los que me rodean.
Conciso y preciso amiga. Me ha gustado lo que transmite, bonita redacción.