El rap es el solvente universal de la música, así como es considerad el agua en la ciencia por su capacidad de disolver una gran cantidad de sustancias, si lo pensamos al rap le ocurre lo mismo.
Desde que apareció con una fórmula de funk y disco, lo hicieron disolver sonidos de la costa basados en sintetizadores, lo mezclaron con reggae, con rock, pop, con salsa, otra vez con más EDM, con los sonidos folclóricos de algunos países como el funk carioca y si nos vamos a fondo la lista es interminable. Sin embargo, en los años 90 el rap se convirtió en el solvente de un ritmo que trajo como resultado una ola comparable a la del trap en esta época, se trata del Merengue House.
No había un party en los 90 donde el merengue house no fuera local, este sonido invadió las calles latinas desde Nueva York, desembarcando en República Dominicana y Puerto Rico e invadiendo tierra firme desde México hasta toda Centroamérica y de ahí a Colombia, Venezuela y Perú, donde era el sonido número 1.
Al primer tipo que se le ocurrió que se podía rapear sobre una secuencia de merengue fue al maestro Wilfrido Vargas en 1984, si se fijan este sujeto es un visionario nivel que en 1984 no existían 2pac ni Biggie, Dr Dre estaba tocando música disco en un local de Los Ángeles y los más famosos quizás eran Run D.M.C. ¿Te volviste loco Wilfrido? si se volvió loco, escribió unas rimas y puso a rapear a uno de los cantantes de su orquesta, un tal Eddy Herrera.
"Everybody knows, who’s the best"
De modo que así el mundo se dio cuenta que era posible rapear encima de un merengue y aunque no era merengue house aún, fue un comienzo muy poderoso.
Jossie Esteban y La Patrulla 15 siguieron la senda de Wilfrido, pero hasta ahora hablamos de orquestas de merengue que experimentaron con el rap, el merengue house que causó la explosión apareció con el caso contrario, el día en que a unos raperos se les ocurrió experimentar con merengue.
Nelson Zapata y Magic Juan fueron los responsables con la fundación de Proyecto Uno, dos tigueres Dominican-York con habilidades tremendas para el rap, quisieron darle un poco de identidad a su música mezclando secuencias de merengue con sampleos de música disco y entonces se prendió el fogón.
Magic Juan se convirtió en la cara de este sub-género del rap (o del merengue) en nuestro idioma, con un flow endiablado que sazonaba con spanglish, este ritmo conectaba demasiado con las calles latinas y con su auge empezaron a aparecer más exponentes.
Fue cuando levantaron la mano Sandy y Papo desde República Dominicana y le dieron más sabor a la escena, ya no era solo un grupo comandando el nuevo concepto. Este dúo se caracterizaba por rapear completamente en español, con un estilo muy comercial que se adaptaba a todo el continente, por eso fueron quizás lo más exitosos. Estamos hablando de tipos que llenaban estadios en República Dominicana, Perú, Venezuela, Colombia, El Salvador, como lo haría Maluma o Bad Bunny hoy.
Ilegales con Vladimir Dotel a la cabeza representan otro icono de esta ola con un éxito increíble en toda Latinoamérica, con rolas como Taqui Taqui y La Morena, además de ser el único en continuar en el medio musical hasta nuestros días.
Fulatino fue un caso super interesante que mezclaba rap con merengue tradicional dominicano, a diferencia del resto que lo hacía con merengue moderno, esto les daba una identidad imposible de confundir y una marca demasiado original.
En Puerto Rico, salió Lisa M, rapeando con este flow y trajo palos como Everybody Dancing y Ponte, también Fransheska con Menealo.
Venezuela fue otra plaza importante para el merengue house, muchísimos grupos como Zona 7, Hijos de la calle y Dos en punto, dieron vida a este ritmo en todas las radios y los parties del país.
Aproximadamente hasta 1998 estuvo haciendo de las suyas, después de eventos trágicos como la muerte de Papo MC, y Jason, uno de los integrantes de Ilegales, el merengue house perdió fuerzas y se diluyó siendo remplazado por los sonidos de raggamuffin que continuaban saliendo desde Puerto Rico.
Sin embargo, su éxito durante finales de los 80 y casi toda la década de los 90 es indiscutible y representó un imperio poderoso del sonido callejero en toda Latinoamérica, que se podría comparar con lo que ha logrado el trap latino en esta época.
Recuerdo esta epoca con mucho cariño, no las pasabamos escuchando Sandy y Papo, Ilegales, Proyecto Uno, Fulatito y pare de contar. Y de Venezuela los mas populares como comentaste eran Zona 7, Hijos de la Calle y tambien estaba Doble filo. Canciones muy buenas para bailar.
Gracias por pasar bro, un abrazo!