Imágen obtenida de ticbeat (https://www.ticbeat.com/cyborgcultura/10-regalos-de-navidad-originales-que-quizas-no-se-te-habian-ocurrido/)
Decía mi abuelita que a caballo regalado no se le mira el diente, y menos cuanto se trata de un regalo de navidad. Pero es que bueno, regalar en navidad tampoco es de a fuerza y cuando lo haces no vas a ir a agarrar lo más viejo que te encuentres en tu clóset, allí, en el fondo, donde se van quedando las cosas que dejaste de utilizar desde hace milenios.
En ocasiones, la expresión "menos da una piedra" resulta bastante cómica, les comparto una conversación que tuve con un amigo alemán que conocí en la Volkshochschule después de navidad:
— Y bueno, ¿qué te trajeron los reyes magos? 👀
— ¿Los reyes magos?
— ¡Ay, lo siento! la costumbre, no me acordaba de Jesús Nieve. Déjame reformular la pregunta ¿qué te trajo papá Noel?
— ¿Quieres que te cuente algo gracioso?
— Eeee... si, claro, pero yo pregunté primero 🙄
— Sí, pero tiene que ver con esto de los regalos y mi roomie.
— ¿La loca de tu Mitbewohnerin vuelve a atacar? 🤣 A verrrr, cuéntame ¿qué hizo esta vez?
— ¿Te acuerdas que te dije que iba a pasar la Navidad con unos amigos en Freiburg?
— Ah, si, allá en la cola del mundo.
— ¡No está en el culo del mundo! 😠
— Bueno, eso es discutible, como sea, prosigue.
— ¡Está en el centro de Europa! 😠
— Bueno ¿y cuanto tiempo tardaste en llegar desde aquí, que también estamos en el centro de Europa?
— Seis horas...
— ¿Ves? pero bueno, nos estamos dispersando, ya cuéntame de una vez lo de la loca.
— El tren salía a las 9 de la mañana y yo a las 7 todavía no tenía ni la maleta lista...
— No me sorprende, siempre dejas todo para el último momento.
— ¡Ay ya cállate! deja de interrumpirme 😒
— Ay ya, perdón ☹️
— Pues te decía, faltaban dos horas para partir, estaba haciendo la maleta y de pronto aparece mi roomie y me dice: no tenemos papel higiénico, ve a comprarlo. Yo le respondí que si me daba tiempo lo compraba.
— No creo que a las 7 de la mañana fueras a comprar algo...
— Si, de hecho no me dio tiempo, así que la llamé y le dije que lo comprara ella y que luego le daba el dinero.
— Te tocaba a ti comprarlo en esta ocasión ¿no?
— Si, pero ¿sabes qué me dijo?
— No, pero la verdad no estoy seguro de querer saberlo 😥
— Me hizo una lista de todo lo que faltaba, algunas cosas que ni siquiera uso yo y otras que fui yo quien las compró la última vez. Me preguntó que si lo compraba todo.
— Me imagino que le dijiste que no ¿verdad?
— ¿Cómo le voy a decir eso? no, le dije que si, y cuando regresé me encontré el ticket de compra pegado en mi puerta. Pero no solo estaba eso, había una sorpresa, un regalo de navidad.
— ¡Ay! ¿en serio te dió un regalo? 😍
— Si... pero bueno, preferiría que no me hubiera regalado nada 😣
— ¿Y eso? ¿qué te regaló?
— Una toalla.
— ¿Qué? ¿una toalla?
— Como lo oyes.
— ¿Quién regala toallas en Navidad?
— Mi roomie, pero eso no es lo mejor. No es una toalla cualquiera, porque ni siquiera puedo secarme con ella.
— ¿Por qué no? ¿es impermeable o qué? 🤔
— No, es ridículamente pequeña, ni siquiera sirve para secarse las manos. Aunque ni lo voy a intentar, es súper áspera.
— ¿Es de esas toallas que los alemanes adoran? esas toallas petrificadas más exfoliantes que una lija y que tras arrancarte la piel te dejan el cutis tan suave como las pompis de un bebé.
— Además de que es mini y súper áspera, es viejísima, yo diría que prehistórica.
— ¡No! ¿te regaló algo usado? 😨
— Pues no se, pero no se ve nueva, además, huele raro.
— ¿Y cómo es? ¿tiene dibujos, está decorada o algo?
— No, pero dice "princess".
— Eso lo explica todo 🤣
— ¿Por?
— Si, tienes razón, la toalla no es nueva, es de la época en la que todavía había princesas en Alemania.
— ¿Comiste payaso hoy? ☠️
— Ya, perdón ¿y qué hiciste con ella?
— Se la dejé en su montón de toallas.
— ¿En serio?
— Si, pero no sirvió de nada, hoy en la mañana la encontré colgada encima de mi toalla y ahora ya menos quiero usarla porque estuvo en contacto con las de ella 🤢
— Pobre toalla ☹️ recemos un padre nuestro por ella.
— ¿Un qué?
— Nada, olvídalo...
