Me entregue a una pareja que me hacia creer que estaba en el cielo, cuando realmente siempre me ato bajo tierra. Una pareja para mi perfecta, que hacia creer que era el ser mas sincero y correcto sobre la tierra, que prometió maravillas e ilusiones a medida que iba sacando trozos del corazón sin que lo notara.
Me entregue tanto a esa persona, que a mi gusto era tan perfecta, que olvide sonreír para darle a él la sonrisa, darle mi fuerza, mi miedo, mis ganas. Me dejo muriendo por dentro, con cada mentira, me lleno de rabia, de odio. Marchito la dulzura, la inocencia, las ganas de creer en un amor bonito.
El me hizo perderme a mi misma y eso fue mi mayor desgracia, pues me aleje de todo lo que era yo... destrozo mis ilusiones y tras robarme todo lo que pudo, se marcho en silencio, me saco de su juego para evitar el derrumbe de sus mentiras, pues es un adicto a robar latidos de corazón para luego lastimaros
El jamas agradeció, jamas consideró. Ese silencio, el saber los nuevos juegos montados, que hicieron incluso perder amistades valiosas, me hizo comprender que entregue mi amor al hombre equivocado, un hombre que logró alejarme de mis principios e ideales solo por llenar sus carencias...
El día de hoy estoy rota, pero la sed de venganza se la otorgo al Karma, sin alertas ni adelantos, el se encargara de que cada quien tenga lo que merece, mientras tanto seguiré reinventandome, madurando y devolviendo la sonrisa que perdí...
¡Wooow! Qué fuerte. Pero allá arriba hay un Dios que para abajo ve.
Que bueno que te guste la historia. Saludos y por supuesto arriba existe un dios, que definitivamente debe estar pendiente de este tipo de dolores, para ayudar a sanar y para corregir a los involucrados...