FUENTE
La imagen muestra un jagüey... grande. Me recuerda cuando íbamos de paseo a los ríos, entonces mi esposo hacia un hoyo a cierta distancia del río. Al poco tiempo se llenaba con el agua del río. La misma tierra se había encargado de filtrar esa agua. Era la que utilizábamos para tomar y cocinar.
Eso sí, de ese jagüey miniatura que había hecho mi esposo había qué sacar el agua con cuidado de no tropezar el fondo. Era un agua cristalina, confiable. Pero si se tocaba el fondo se "alborotaba" la arena o tierra y entonces el agua se volvía turbia.
Esta imagen se parece a las relaciones interpersonales... Si queremos que el agua se mantenga limpia, pura y cristalina, lo mejor es no molestar el fondo. Toda persona tiene un fondo que es muy suyo. Allí donde están sus anhelos más profundos, sus sueños realizados o no, sus secretos grandes o pequeños...
Ese yo interno tan suyo que...no se debe tocar.
Respetemos ese fondo del jagüey, respetemos las distancias, respetemos los secretos... mantengamos el agua cristalina.
Muchas gracias, @fridakahlo, por valorar mi esfuerzo.