Versión en Español
La otra tarde estaban sentadas mi madre y mi hija conversando. Mi madre nos echó varios cuentos del loro que había en la casa, era un loro real. Sus cuentos eran increíbles, como nos reíamos, yo me acordé de algunas cosas porque cuando era niña él aún vivía, duró muchos años.
El cuento comenzó cuando llegó a la casa, perdido. Vino súper aprendido, salía con cada cosa que nos dejaba sorprendidos y era que sabía decir las cosas no de manera repetida sino en el momento indicado para hablar y responder.
Cuando venía el transporte del colegio de mi madre y sus hermanos, tocaba corneta y el loro inmediatamente gritaba “¡No van!” y el transporte se iba, luego tenían que decir que el que había gritado era el loro de la casa, ja, ja, ja, imagínense el panorama.
Otro de sus cuentos muy cómicos es que mi abuelo y todos los de la casa estaban adentro y de repente oyeron un escándalo afuera, escucharon unos gritos que decían: “¡Papá! ¡papá!” (el loro llamaba así a mi abuelo) y cuando fueron a ver, era el loro que se había salido de la jaula y estaba un gato merodeando, ja, ja, ja, que cosa con ese loro, comiquísimo.
También en otra oportunidad, cuando se salía de la jaula, mi madre agarraba una sábana para tomarlo por sorpresa y agarrarlo pero el loro se tambaleaba de lado a lado diciendo de forma amenazante: “¡Agárrame pa' que veas!”, ja, ja, ja, como nos reímos a carcajadas. Esta es una de las cosas que yo había presenciado, y pude compartir este cuento con mis dos amores. La verdad que pasamos un rato muy agradable el ambiente se tornó a nuestro favor.
Cuando la persona de limpieza venía a trabajar, él la veía y decía “Señora hágame la tarea” y si no le hacía caso gritaba más duro: “¡Señora hágame la tarea!” hasta que limpiara la jaula. Que ocurrencia la de ese loro, era todo un personaje.
Otra de las cosas que hacía y esta es común en muchos loros es que ponía su cabecita apoyada en la jaula cuando uno le decía “¡Piojito lorito! ¡piojito lorito!” y se dejaba pasar el dedo acariciándolo de arriba hacia abajo como si le estuvieras sacando los piojitos.
También jugaba haciendo sonidos de pistolas “¡Pao! ¡pao! ¡pao!” y hacía un escándalo. Realmente tener un loro así era algo único.
Lamentablemente no tengo fotos del lorito pero lo recuerdo muy claramente, así que busqué la foto más parecida a nuestro Lorejo quien fue muy divertido y todo un personaje.
Se hizo uso de canva.
Foto de internet.
Traducido en www.deepl.com
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English Version
The other afternoon my mother and daughter were sitting and talking. My mother told us several stories about the parrot that was in the house. His stories were incredible, how we laughed, I remembered some things because when I was a child he was still alive, he lasted many years.
The story began when he came to the house, lost. He came super learned, he came out with each thing that left us surprised and it was that he knew how to say things not in a repetitive way but at the right time to speak and respond.
When my mother and her siblings' school bus would come, he would blow the horn and the parrot would immediately shout "they don´t go!" and the bus would leave, then they would have to say that the one who had shouted was the parrot of the house, ha, ha, ha, ha, imagine the scene.
Another of his very funny stories is that my grandfather and everyone in the house were inside and suddenly they heard a scandal outside, they heard some screams that said: "Dad! Dad!" (the parrot called my grandfather that way) and when they went to see, it was the parrot that had gotten out of the cage and there was a cat prowling around, ha, ha, ha, ha, what a thing with that parrot, hilarious.
Also on another occasion, when he got out of the cage, my mother grabbed a sheet to take him by surprise and grab him but the parrot wobbled from side to side saying in a threatening way: "Grab me so you can see", ha, ha, ha, ha, how we laughed out loud. This is one of the things I had witnessed, and I was able to share this story with my two loves. The truth is that we had a very nice time and the atmosphere turned in our favor.
When the cleaning person would come to work, he would see her and say "Ma'am do my homework" and if she didn't listen he would yell even louder: "Ma'am do my homework!" until he cleaned the cage. What a witticism of that parrot, he was quite a character.
Another thing he did and this is common in many parrots is that he would put his little head against the cage when you would say "Parrot louse! parrot louse!" and you would run your finger caressing it up and down as if you were taking the lice out of it.
He would also play making gun sounds "Pao! pao! pao! pao!" and make a noise. It was really something unique to have a parrot like that.
Unfortunately I don't have any pictures of the parrot but I remember him very clearly, so I looked for the photo most similar to our Lorejo who was a lot of fun and quite a character.
Canva was used.
Photo from internet.
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