El Enigma de Baphomet (318)

in #spanish3 years ago

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*Es media noche y la luna menguante se ha ocultado detrás de las nubes. Ha subido algo la temperatura y ha comenzado a nevar. Se están cubriendo las huellas y el sendero. El rescoldo de la hoguera me ha obligado a prescindir de la capa.

Sólo me queda un poco de margen en el pergamino que me reservo por si acaso tuviera que escribir algo significativo antes de entregarle estos pergaminos al portero.
Han pasado los meses de invierno. Ya empiezan a ruchar los árboles.
Mañana temprano, a la hora de laudes, iré a llevarle al portero del monasterio estos pergaminos para que los guarde en espera de que alguien haga resplandecer la verdad y la justicia. Dejaré este mensaje escrito:

Roderico, por tus escritos he colegido que tu consejo es el más prudente, así que mañana emprenderé la marcha por la senda de los templarios vivos. También le daré tus escritos: las cartas que le habías enviado al templario al que no le hice caso cuando yo me escondía en el fondo del pozo y no salí por miedo a que fuera una trampa.

Confiemos en Dios, y en que pronto, antes de que lleven a la hoguera a Jacques de Molay, resplandezca la verdad y la justicia; y se restituya al Temple la gloria que le han usurpado el Papa y los reyes. ¡Viva Jesucristo! Que Dios te bendiga. Ferrán Gotier.”*

Al terminar de leerlo, prorrumpimos todos en el gran aplauso de la noche.
El profesor también se levantó del sillón barrocamente labrado y tapizado con raso de rayas azules diciendo:
—Hoy es el día indicado para que Leo, Clara, Pablo y Nora sean los protagonistas. Yo no he hecho más que dirigir el trabajo, pero lo más sacrificado lo han hecho ellos.
¿Os habéis percatado de que hoy es 16 del 12 de 2010?
—Naturalmente —le contesté—, elegimos esta fecha aposta, porque Pablo no podía coger otra.

Intervino Pablo pensativo:

—Estoy echando cuentas mentales, y observo que sumados los números por parejas da: 16+12+20+10 = 58.

—El número de la muerte — apostillé yo—. “¡Catastrófico!” —hubiera dicho Roderico si estuviera aquí, con nosotros.

¿A quién se le ocurre organizar algo un día en que los números de la fecha, sumados de dos en dos resulte el número cincuenta y ocho? Irremisiblemente, esa fecha está abocada al más absoluto de los fracasos.
“Cambiadla, cambiadla” —nos hubiera dicho Roderico.
Eva se inquietaba y decía:

—¿No podía haber sido otro día?
Nos quedamos en silencio hasta que el profesor rompió el hielo diciendo:

—A partir de esta casualidad numérica podemos formar otra sociedad secreta. ¿Quién será el Maestre de nuestro priorato? Necesitamos un voluntario —nos reímos todos.

—Hay gilipollas en sociedades secretas —intervine yo—, pero que, a la vez, llegan a hacerse tan fanáticos que incluso matan por conservarse en su gregarismo, sin más fines que pertenecer al grupo.

—No, no —interrumpió el marido de Eva—, suele ser por conservar poder y dinero, y transmitir a su descendencia el mismo status. A partir de Eliphas Levi, que se hizo rico inventando el dibujo de la figura de Baphomet como si hubiera sido un ser demoníaco al que adoraban los pobres templarios ingenuos, ignorantes y ricos hasta extremos insospechados, han proliferado sociedades secretas hasta hoy día que utilizan la palabra “baphomet” bajo secreto. Y no son ingenuos ni pobres hombres; saben muy bien cómo dominar a las masas de gentes trabajadoras incluidos los empresarios que trabajamos como animales. Aquí los listos, listos, son los que se dedican al rollo del espíritu, de lo oculto, del misterio, del culto a los símbolos sean del cariz que sean, incluso políticos que hacen de su partido una congregación religiosa con obediencia ciega al jefe; pero todos ellos para no pegar ni golpe y seguir siendo los dueños de voluntades, bienes y personas a su servicio y para su agasajo.