Desnudos, pero dando un ejemplo que la humanidad viene observando desde el alba de los tiempos y que en parte se relaciona con el sentido cíclico de la existencia: la renovación. Ahora no sé si seguirán estando desnudos pero intactos, después de la borrasca, que desgraciadamente se ha llevado a muchos de ellos, pero es seguro que de su semilla brotarán árboles nuevos y sanos que continuarán alegrándonos la visión y enseñándonos que la vida es puro sentimiento. Observándolos e incluso abrazándolos, es imposible no sentir su belleza, su fuerza, ese vigor con el que se aferran a la tierra. Este, en definitiva, es uno de esos rincones, especialmente dispuestos para meditar y de hecho, he visto a más de una persona aprovechar a primeras horas de la mañana, a practicar el yoga y la meditación, sentado junto a la fuente, a la vera de esa metafórica mujer o 'ánima' que se deja rondar por el caballero o 'ánimus', que al fin y al cabo y sin dejar el mundo de las metáforas, podría representar esa relación tan especial que tienen los seres humanos con el canto y sobre todo, con la libertad. Un fuerte abrazo desde la helada Madrid.
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