Cruces de caminos, ¿suerte? - Parte I (Los caminos etéreos)

in #spanish5 years ago


Hace tiempo que todo el mundo regala suerte- un poco en verde por aquí, otro tanto con mil formas por allí… Parecen querer deshacerse de ella. Pero ni eso, al final lo que están deseando es recibirla. Bueno, quizás un poco como todos. Sobre todo aquellos que no entendieron todas sus caras.

Suerte tuvieron los vigilantes hombres árbol al desaparecer antes de poder ver el exterminio de su raza, con el consecuente nacimiento de los oscuros bosques de ceniza… 

Suerte la de aquellos marinos que fueron salvados por sirenas, malditos bastardos mal nacidos, algunos eran auténticos cabrones. 

Recuerdo leer en algún sitio lo de aquel barco, joder, ya podían haberse sumergido del todo, todos saben a qué iban aunque nadie le de ya importancia y para algunos sean incluso héroes.

También suerte la de aquel tipo que al atacar un recio tronco fue alcanzado por una bala disparada por él mismo en otro tiempo, no sabía lo que le hubiera esperado de haber seguido con vida… Joder, este tipo sí que se libró de su destino… Y vaya destino… 

Aunque si bien es cierto que hay que conocer la suerte para tener una opinión de ella, también lo es que no es esa diosa idealizada que parece hoy todos quieren tener cerca. Ahora lo entiendo.

En otra época y en otras tierras, en unas en las que Gea aún hoy se levanta poderosa entre ríos de magma, glaciares, géiseres y polvo de estrellas, caminaba un hombre sabio. Nunca supe de dónde venía ni a dónde se dirigía, lo que sí sé es que debía de ser uno de esos remanentes de otra era. 

 

Aún cuando el tiempo no era tiempo, donde el pasado y presente entrelazaban sus manos con ese futuro hoy tan incierto, el destino- aún desconocido para mi y mis viejos compañeros, cruzó nuestro caminar con el de este ser.

A través de aromas a azufre y mil matices de colores se acercó a nosotros, hablando otras lenguas, usando otros códigos. Nos observó, analizó y reconoció como seres etéreos, nosotros a él como el caminante perdido de antiguas leyendas. 

Entre divagaciones sobre lo mundano y lo eterno entendimos su caminar, por un momento me pareció que hasta reconoció en nosotros su pasado, su camino.

Sus palabras nos transportaban a instantes tan vivos como oscuros, donde el concepto relatividad alcanzaba márgenes hoy prohibidos. Un tiempo donde soñar tomaba formas que jugaban con lo grotesco y lo sensual. 

Cada frase retumbaba en nuestro ser, acercándonos cada vez más a ese vórtice donde la serendipia se muestra absoluta. Esa especie de ventana que conecta el ayer, el hoy y el mañana. 

Nosotros, ya como caminantes de las dimensiones perdidas, empezamos a vislumbrar ese aleteo, esa vibración que todo conecta. 

Fue entonces cuando esa ancestral energía comenzó a recorrer nuestros cuerpos, nuestras mentes. Ampliando horizontes, abriendo mundos más allá de los habituales ejes. 

Incluso vimos el porqué del doble juego de la suerte, el mismo que había llevado a aquel caminante perdido casi al olvido y había despojado a nuestro mundo de la mayor parte de sus éxitos más íntimos...

-Tras la intro, esta es la primera de las historias que escribí en lo que he llamado "Los Caminos Etéreos", próximamente publicaré tanto la continuación de esta como otras que se engloban dentro del mismo contexto.*

-Texto e imágenes: @lakatosmanu