Jajjajajjajajjaj… la verdad me identifico totalmente con su escrito, soy un provocador en ese aspecto y siempre como buen o mal abogado según la óptica de cada quien, ando buscándole el punto de quiebre a la gente nariz parada como bien lo decía mi MAMÁ, en una ocasión me llegaron a realizar esta pregunta: ¿usted es el chofer de Sofía? Y yo respondí, no, soy su PAPÁ, todo porque por lo general ando vestido como anda la gente común, hasta con parcho en los pantalones, pero que tiene un poco de papeles guardados que lo acreditan como que estudio algo.
Definitivamente las apariencias, son eso, apariencias, y el problema se presenta cuando no puedes demostrar lo que aparentas ser, en una oportunidad me comentaron: usted no parece abogado y yo respondí con mi característica irreverencia: ¿por qué tengo que parecer?... ¿existe un abogadometro?...como ya opine en otro post…la subjetividad no es medible.
Un abrazo a todos
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Excelente comentario estimado amigo abogado!! Me encantó el planteamiento que hizo sobre la distancia o diferencia entre lo que uno es o quiere parecer y la apariencia que proyecta.
Claro, la mayoría de la gente identifica las apariencias con la realidad.
Gracias por venir a mi blog y hacer tan excelente aporte!!!
Un fuerte abrazo desde Chile!!!
Es un placer