Y aún así, nuestras miradas volaban para encontrarse entre sí, era genial cada vez que nos mirábamos con fijación, me quedaba enganchada por unos largos minutos cada vez que quería cruzarme con tus ojos premeditadamente. Así transcurrieron los días solo la intuición nos acompañaba.
Sabíamos lo que sentíamos, pero no platicábamos acerca de eso, así que continuamos hablando sin mencionar una sola palabra del jugueteo intencional que existía. Y nos volvimos adictos, adictos a mirarnos intensamente, parecía cosa de locos, pero me encantaba.
Cada mañana me moría por volver a mirar esos ojos, grandes, marroncitos y expresivos.
Ojos de mirada cálida, dulce y penetrante que me incitaban a ignorar la realidad que nos ataba y a perseguir esa mezcla de aventura y locura, que me pedía a gritos dejarme caer ferozmente en tu boca y sentirte.
A veces se sentía mucha presión en el ambiente, como si las ganas acumuladas estuvieran a punto de estallar, pero el juego permanecía allí, intacto, ahorrando todo el deseo y la energía posible.
Nos transmitíamos todo con solo mirarnos, miedos, celos (muchos celos), deseo, aún no sé si amor pero lo mostrábamos abiertamente el uno al otro únicamente con un ligero giro de nuestro cuello y una mirada lista para la ocasión.
Solo entre nuestras miradas y en el silencio conocemos lo que llevamos dentro, en ese momento nada podemos hacer, nada podemos esconder.
Nuestros ojos se encargaran de decir sin decir lo que tu boca ni la mía se atreven a admitir.
Los sentimientos se exteriorizan a través de nuestras miradas, sencillamente no podemos mentir.
Foto Propia
This post has received a 3.23 % upvote from @moneymatchgaming thanks to: @lisneiddy. Upvote this Post to Support the MMG Community on Steemit! :)