Se conocían, como se dice vulgarmente, "de siempre" vecinos del mismo barrio, mismo colegio, mismo instituto, amigos comunes, y las primeras pandillas. Ella fue siempre adelantada, delgada, pronto pegó el estirón, su cuerpo adquirió hechuras de hembra fatal y de las ennoviadas de siempre. De las que al tiempo se aburre, del que destaca de muy joven y se le empieza a poner la cara de su padre y tiene comportamientos por así decirlo neandertales que vienen muy bien en las inseguridades de la adolescencia.
En el tiempo de las RRSS le empezó a hacer gracia, un chavalito, que le sonaba de algo, primo o algo de alguna amiga que le soltó un tímido like en Instagram y posteriormente empezó a seguirla en tik tok e incluso era de los pocos que veía el streaming ese que colgó un día que se fue con su novio y unos amigos a una casa rural y que le recordaba la pérdida de la virginidad, como algo lejano lejano en el tiempo.
Le estalkeó su perfil, no había nada que le llamase la atención, las típicas fotos de niño bien, con sus hermanos, con sus padres y todo, bueno, parecía amable y era educado, cuando chateaban, justo lo contrario de un posible más allá de una amistad de redes.
Un día le llegó a través de una amiga un video, lo vio, estaba chulo, el chaval bailaba que te cagas, la coreografía era algo extraño, obsceno comparado con la babasada de canción que le acompañaba, pero la mezcla tenia ese algo que le llamó la atención.
Joder, cuando vio el video por décima vez se dio cuenta que era él, se había cambiado el peinado, y vestía, no sé, como más molón más agresivo, le pegaba un montón el cambio de estilo. Le dio un like con corazoncitos y todo...
A la noche, le inició la conversación, a partir de ahí, fueron horas interminables hablando, esquivando a su novio, que bueno, esa noche tenía planes, así que podía estar a su bola, casi les dio el amanecer. El sabía que ella tenía novio, pero a pesar de eso, no puso reparos a quedar...
Hablaron un poco, notaba la magia, compartieron una lata de monster y unos risketos, ella sentía unas ganas inabarcables de besarlo, él, tenía otro aire, pero aún la respetaba, mantenía la distancia. Decidió pasar al ataque y en uno de los bailes y las tonterías que iban haciendo de ver chorradas en twitch se le echó literalmente encima...
El, la agarró, como temiendo que hubiese sido un tropezón, notó sus manos en la espalda, se miraron un segundo, el fue consciente que el tropezón, no había sido tal, ella notó una erección desbocada como respuesta, sonrió y bajó las manos de él hacia su culo, que agarró levemente con timidez.
Ella se notaba muy excitada, los pezones le desbocaban la camiseta muy pegada que llevaba, se arrimó para notar mejor su sexo, y él al sentir el calor y el tacto caliente de lo mejor de la vida que eran sus pechos en su torso, perdió los restos de compostura y apretó con ganas ese culo pequeño, pero perfectamente perfilado.
Las bocas se unieron en una sonrisa dando paso torpe a la lengua entre los inmensos dientes que hay en las primeras veces. Ella, de reojo, vio un viandante que los miraba con arrobo, volvió a lo suyo, notaba el fuego en sus entrañas, ni mascarillas, ni novio, ni nada.
