Aquí estoy pensando en felicidad. Siempre veo la película llamada "en búsqueda de la felicidad" y considero que he hecho todo lo posible por encontrarla. Pero aquí sigo, sin sentirme plenamente feliz.
Y no es que espere nada de quienes me rodean, simplemente busco mi paz, mi tranquilidad, busco armonía.
Tengo miedo, temo nunca encontrar esa preciada felicidad. He tenido abismos, momentos donde ciento que todo marcha bien, que mi vida es feliz, pero me destruyen, me rompen mis sueños y mis esperanzas y vuelvo a caer.
No sé porque me lastiman, siempre trato de dar lo mejor de mí, me gusta que las personas se sientan apreciadas a mi lado, conmigo. Pero vuelven a destruirme.
Lloro, sufro, y me rompo. Uno mis pedazos, intento armar el rompecabezas de mi vida.
El abismo que me sigue a donde voy es inmenso. Es como si disecaran mi vida poco a poco.
Pero sigo andante, sigo buscando mi felicidad. Quizás no suceda hoy, quizás no se presente en días, en meses, en años, pero cuando suceda, será una felicidad pura, llena de recompensas por tanto esfuerzo, sacrificio y dedicación.
Será mía, plenamente mía y podré gozarla, disfrutarla, sumergirme en ella por completo.
Así que lo asimilo una vez más, no es la primera vez que me doy esa certeza, así que después de limpiarme las lágrimas salgo y me enfrento a todas las miradas. Siento como me juzgan, como me señalan.
Aún así camino con certeza, camino segura de mi misma, sin importar que el rojo de mi cabello les atraiga, o que mi vestido les parezca muy exagerado. Solo camino con decisión y dejo de lado las burlas. Porque aunque mi cuerpo sea diferente, aunque mi sexo sea otro al momento de yo nacer. Yo me siento mujer, y espero encontrar esa felicidad y paz algún día.
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