EL LABERINTO DE MIS CUERDAS VOCALES. Art. 2

in #spanish5 years ago

Primera parte, darte cuenta.

Considero necesario desglosar el planteamiento sobre la autoestima en dos partes, donde primeramente se establece que nos hace daño, que nos afecta, desde el punto de vista amoroso, y es que si lo primero fuera tan obvio muchas mujeres no estaríamos atascadas en esa relaciones toxicas que hoy nos amargan. Claro que hay muchas personas que pensaran “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, refiriéndose que en muchas ocasiones hemos sido advertidas sobre la mala decisión que tomamos al estar inmiscuidas en ese tipo de situaciones, pero yo respondería “sarna con gusto no pica”, puesto que muchas “preferimos” estar así.

En una relación toxica lo primordial es percatarse de que estamos viviendo una situación que nos abruma, nos envuelve, y como si fuera una ola de dos metros, no nos deja respirar, y cuando creemos vamos a morir ahogadas, la ola nos deja tomar otra bocanada de aire para que continuemos luchando. Eso es lo que yo llamaría una relación toxica, es aquella dinámica que se crea con otra persona donde existe la constante duda: esto es lo que me conviene o no? Por ejemplo, Si me siento sedienta y por el contrario de tomarme un gran vaso de refresco, decido tomar agua, no dudo que esa fue la mejor elección, tal vez menos satisfecha al principio y con menos gusto, pero finalmente terminare compensada, sin sed y sin exceso de calorías que dañaran en un futuro no muy lejano mi cuerpo.

Ahora bien en muchas ocasiones las mujeres nos encontramos sedientas de cariño, con necesidad de que alguien nos envié ese mensaje sencillo pero que para nosotras dice, Hey pienso en ti. Tenemos ansias de recibir esa llamada que con interrogante, y hasta en tono dominante nos cuestiona donde nos encontramos, queremos recibir esa visita inesperada que nos demuestra que para el amor no existen distancias. Para muchas de nosotras ese gesto nos dice: estoy pensando en ti, pero lo que no dice es que tan seguido pienso en ti, porque me recordé de ti, es sano que me recuerde de ti? Y comenzamos nuevamente con el proceso de cuestionar que tanto nos estimamos.

Volviendo al ejemplo anterior, sería mucho más satisfactorio disfrutar de esa burbujeante bebida, que le da sabor a mi lengua y satisface momentáneamente mi necesidad, pero como con una gaseosa, este tipo de relaciones solo se disfrutan al comienzo, cuando todo es dulce, excitante, nuevo… Luego comienzan los daños colaterales.

Muchas mujeres que hemos entrado en este tipo de relaciones, no tenemos un cartel en la frente que dice: Codependiente a la orden, pero nuestra conducta si define quien se acerca a nuestra vida, a quienes dejamos entrar en nuestro círculo social, personal, en nuestra mente y corazón. Es difícil asegurar que existe un esquema para describir a una persona que es capaz de mantener una relación toxica, pero al igual que en un corolario, la baja autoestima es una consecuencia lógica de este tipo de situaciones.

Ahora bien, como entendí que vivía repetidamente esta situación? No fue fácil, pero muchas situaciones me dieron un claro indicio, los que convenientemente fui desechando, para lograr engañarme una y otra vez, y creer que lo que vivía era lo correcto, o por lo menos lo que yo quería, un ejemplo, que solo mucho tiempo después reconocí como claro, fue en una de mis primeras relaciones, recuerdo preguntarme mientras me duchaba, ¿yo quiero estar con él? Ahora la sola pregunta me perturba, me hace pensar, yo en serio no sabía? Que tanto era capaz de engañarme para estar en una situación que solo me satisfacía a medias, pero esas dudas se disiparon cuando él, después de muchos momentos de peleas tormentosas decidió alejarse, fue ahí cuando decidí que lo único que quería era él. Y le di apertura al estado más psicótico y depresivo que he vivido, y realmente cruzando los dedos, espero no se repita.