Víctor lo hiciste muy bien, actuaste como cualquier adolescente lo haría, a veces necesitamos darnos nuestro coñazo porque precisamente esas experiencias nos dejan tantos aprendizajes y nos hacen tan sabios, que al final sabemos lo que queremos para nuestras vidas y lo que no estamos dispuestos a soportar. Muy buen relato amigo un poco mas explicito de como me lo habías contado. Entiendo mucho mejor las cosas.
:)
Exactamente, fíjate que hasta mi mamá me dijo: "Yo no te voy a decir más nada, yo voy a dejar que tu solito de te des tu coñazo para que aprendas." Y cuando me lo dí, nunca me dijo "te lo dije" simplemente me dijo: "Espero que hayas aprendido que no toda la gente allá afuera es buena." Y desde ese momento entendí que mi mamá es una de las personas más sabias que conozco.
PD: Te debo ese cuento, un día de éstos con calma hablamos, así tu me compartes el tuyo.