Hola mi nombre es Lucy tengo 19 años soy estudiante de arte y tengo un trabajo parcial un poco extraño por así decirlo, muchos se sorprenden al descubrirlo pero lo bueno es que no pasa mucho tiempo para que ellos lo olviden, normalmente no me gusta socializar mucho con las personas y prefiero mantenerme aleja de todos, me gusta ir a lugares tranquilos y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, hasta ahora solo he tenido una amiga en mi vida, su nombre es kitty ella es una hermosa gatita y es mi fiel compañera, siempre me espera en casa con sus ricas caricias y maullidos.
Hace un tiempo que me gusta visitar un café en especial, su ambiente es tranquilo e íntimo, allí puedo leer y tomarme una buena taza de café e incluso hacer algunos de mis dibujos, pero últimamente hay un chico que viene seguido al café y se sienta justo al frente de mí, tiene una mirada tímida, puedo notar cuando me mira, no quisiese que me hablara realmente no deseo tener contacto con ninguna persona.
Hoy es uno de esos días donde tengo que ir y hacer mi trabajo, algunas veces me siento mal por hacerlo, pero es algo que no se puede evitar y si no lo hago yo alguien más lo hará por mí, hoy no me toco viajar muy lejos solo a la puerta de al lado, allí donde vive esa agradable anciana que vive sola junto a sus pequeños perros.
Tok Tok, ella abre la puerta con una brillante sonrisa, me dice pasa estaba esperándote, yo le digo que se ve muy hermosa este día, ella un poco nerviosa me asienta con la cabeza, me pide que por favor no abandoné a sus cachorros que por favor les busque un nuevo hogar donde le den tanto cariño como ella les dio, Yo le digo que no se preocupe y entonces me afirma que esta lista, se recuesta en su silla y se despide con una dulce sonrisa.
Lanzándole un beso con mi mano doy fin a su vida, y su espíritu entra lentamente en un lindo jarrón que he escogido para ella, recojo a los cachorritos los llevo a un sitio donde sé que seguro encontraran un nuevo dueño y regreso a mi casa luego de un día gris.
Luego de tener ayer ese día lo que me provoca es ir a leer un poco y tomar un buen te, pero hoy nuevamente esta ese chico (Oh se está acercando a mí ¿Qué debo hacer?), dice hola con una sonrisa nerviosa, no sé qué hacer debo seguir leyendo mi libro e ignorarlo, pero es insistente y me habla nuevamente, ¿Cómo te llamas? pregunta esta vez, lo miro por un lado de mi libro y le digo que estoy ocupada, él me dice que no me molestara que solo se sentara a tomar su café en mi mesa, no le respondo nada pero él se sienta a mi lado sin importar que lo ignoro.
Luego de un rato tomo mis cosas y me voy, camino unos metros cuando empieza a caer la lluvia y justo hoy que no he traído un paraguas que suerte la mía, de repente siento los pasos de alguien correr hacia mí, y sin más deja de caer la lluvia sobre mí, es el chico del café que corrió hacia donde yo estaba para traerme un paraguas, él me dice que si quiere caminemos juntos hasta mi parada y así no me mojo con la lluvia, no puedo negar a su pedido y caminamos un largo rato sin hablar, realmente estoy muy apenada y sonrojada nunca antes había tenido este tipo de contacto con otra ser vivo que no había sido llevado por mí al otro mundo.
Al fin llegamos a mi parada y él me dice que sí puedo decirle mi nombre por lo menos, yo le respondo antes de subirme al bus que me llamo lucy y el me responde que su nombre es Henry. Tomo mi bus y en el camino solo puedo pensar y sonrojarme por lo que me había pasado, al llegar a casa le cuento a kitty todo sé que ella no me entiende, pero estoy realmente algo confundida no comprendo porque no dejo de pensar en él y en lo que paso.
Semanas después volví nuevamente al café y allí estaba el sentado justo en la mesa que suelo frecuentar, el me hace señas y me dice que podemos compartir que él sabe que este es el lugar que suelo ocupar, nuevamente no pongo ninguna oposición y me siento cerca de él, después de unos minutos dejo mi libro y le digo que usualmente no me gusta compartir con otras personas que soy una persona solitaria, el responde con una sonrisa que él no tiene problema con eso que el solo quiere compartir el mismo lugar sin siquiera hablar si estoy de acuerdo, yo realmente no lo entiendo.
Así fueron pasando algunos meses el seguía sentándose en mi mesa, sin decirnos nada solo en escasos casos cuando él me recomendaba algunos libros y llevaba algo de comida para compartir, poco a poco fui sintiéndome más cómoda con él y decidí que intentaría conocerlo un poco más, ya en este punto creo que me gustaba, pero tenía miedo de que le asustara lo que soy.
Llego por fin el día de que le confesaría mis sentimientos, cuando llego un nuevo trabajo para mi esta vez era un joven de 23 años que vivía al otro lado de mi ciudad, tuve que dejar mi confesión a un lado e ir a realizar mi trabajo.
Al llegar toqué la puerta, y no pude creer lo que veía, allí esta Henry el seria mi siguiente servicio, el al verme sonrió y me dijo -estaba esperándote-, realmente no entendía como él podía saber de mi trabajo, no lo entendía hasta que el me lo explico todo.
Me dijo que hace un año atrás le habían diagnosticado cáncer terminal y que solo tenía unos meses de vida, él no lo podía asimilar e intento suicidarse, pero lograron salvarlo, pero desde entonces puede ver cosas que otras personas no, y que un día de casualidad se encontró conmigo en el café y tuvo curiosidad por mí, ya que no parecía un ser humano normal y un día logro entenderlo todo cuando por casualidad me vio mientras hacia uno de mis trabajos, yo no sabía que decir, el solo me dijo que no me preocupara que ya nos conocíamos lo suficiente, y que estaba contento con que yo fuese la última que estuviese a su lado antes de partir, me tomo de las manos y se despidió de mi con un tierno beso, mientras que yo con lágrimas en los ojos veía como su alma entraba en ese vacío jarrón.
Ese día Henry me enseñó a que no debía evitar más a los seres, decidí que daría lo mejor de mí para conocer a las personas que están al mi alrededor, sigo visitando el mismo café y ahora suelo compartir cada vez que voy mi mesa con alguien más.
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