Un ariete de gravedad, brillo,
alrededor de tu cintura y las vueltas de tu oido,
propulsado por masa, masa madre.
Casi redonda como tu ombligo, la orbita,
casi.
Casi espiralada como el laberinto de tu oido,
casi,
Tan perniciosa como una barra de snickers vencida y derretida.
O casi.
Un círculo que no es, un óvalo, un pedazo de metal para vender.
Rastreras identidades de un espejismo,
hecho para nosotros para este año que ya se termina,
tenemos para nosotros ya el concepto de lo que casi es,
pero no tan, mi tan poco.
Anillos.