Soy un ebrio perenne,
hasta corriente agua
reboza vasto mi paladar;
¡Oh! Que gran maestro Cristo,
su mágica hazaña primaria
inspira a creer en milagros,
un humilde brindis ha llevado
a pastorear muchedumbres,
confieso le he seguido
cuando extravío mi fe,
recaigo en un pozo de
líquidos maravillosos;
décadas de bohemia
persiguen hasta la llegada
de Cronos inmortal lleno
con falsas remembranzas
de "tan bueno que fue".
Aquí estamos en pareja,
buenos compañeros,
solos ante una libreta;
humedas camas -recuerdos-
eso me llevo de esta vida,
ebriedad en torvas sonrisas,
aquello vivido que no tú;
aprecio la cruel amante vida,
aprecio la fiel tormenta vida,
todo llega a mi, todo me hace feliz.
Siempre, siempre que tenga entre
manos,
los correctos
grados adónde
girar mi caída.
San Carlos, 01 de junio de 2021 :)