Trilogía: Bajo las sombras de una guerra - Parte III Final

in #spanish6 years ago
 La familia Siuto, era una de esas tantas familias de numerosas personas que residían en Marzara del Baldo Italia, entre ellas se destaca la historia de un pequeño joven llamado Alberto Santos Siuto, hoy en día es mi abuelo sentimental, quien además me ha otorgado la potestad y el honor de redactar su historia narrada por él mismo bajo una previa entrevista que tuvimos. Espero poder plasmar todo el sentir y cada una de las vivencias y experiencias que tuvo que pasar esta persona querida durante la segunda guerra mundial, para llegar a ser hoy en día lo que es, un abuelo italiano con residencia permanente en mi corazón, en mi familia y en Venezuela.   

Trilogía






Basado en hechos reales

Previamente en  Bajo las sombras de una guerra - Parte II

Bajo las sombras de una guerra - Parte III Final



Parecía que la ofensiva sería eterna y que tras ella se llevaría consigo muchas vidas inocentes, la vida en las cuevas se hacía más rutinaria, y a pesar de que solo fueron semanas para mí se convirtió en una eternidad. Mi ciudad había pasado por una gran guerra que dejó miles de civiles en deceso, muchas estructuras quedaron totalmente dañadas; aún había operaciones de rescates de personas que estaban tapizadas bajo los escombros, mi hogar como cosa sorpresiva se mantuvo intacta luego de la guerra, pero ese no sería el mayor pesar que tendríamos que cargar. Varios de nuestras amistades habían fallecido y unas tantas otras estaban en estado crítico. Italia entera estaba pasando por uno de sus peores momentos económicos, los servicios públicos cada vez escaseaban, principalmente el de abastecimiento alimenticio; era de esperarse ante tal abrupto ataque sangriento en ansias de poder. 

Hubo un día en que los cementerios estaban repletos de personas, todo se sintió como si estuviésemos todos juntos despidiéndonos de nuestros cercanos y vecinos, de mi parte hubo un silencio rotundo, no sabía que decir, mis lágrimas sin llanto alguno se expresaron por mí al igual que el llanto amargo de las mujeres y hombres ante la pérdida prematura de sus hijos. Fueron varios días de duelo; la guerra había cesado en mi ciudad pero la batalla por la supervivencia apenas empezaba. Las revueltas de saqueo en las calles por la desesperación eran inminentes luego de la  pobreza en abundancia, intentábamos estar lo más unidos posibles, pero el desconsuelo humano y la pesadumbre se apoderaron de muchas personas que quedaron sin empleo, sin hogar y por ende sin sustentos para sus familiares.  

Nuestra situación no podía seguir así, en el caso de mi familia éramos 6 personas entre mis padres y 4 hermanos. Veía como papá y mis hermanos mayores salían a la calle en búsqueda de empleo y comida, pero muchas veces varios de ellos regresaban con las manos vacías, lo poco que conseguían mamá lo dividía en partes equitativas, y de tres alimentos básicos para el humano satisfacerse, pasamos a dos y a veces una en el día. Nos mantuvimos así por un buen tiempo, yo solo podía estar en casa, las escuelas estaban cerradas, especialmente la mía estaba completamente destruida y la verdad es que el transitar por esas calles me haría revivir esas escenas que marcaron por completo mi vida.

Varios días después un familiar se puso en contacto con nosotros, dijo que podía apoyarnos con sacar a uno de nosotros fuera del país, y allí fue cuando mi mayor carga hacia presencia. Mi familia había decidido que fuese yo quien tomara el boleto para la travesía de un barco, el costo era exuberante, hubiese deseado que ellos me acompañaran, la verdad es que estaba renuente a dejarlos a ellos, a estar alejado después de todo lo que habíamos pasado y juntos. Recuerdo que solo lloraba y gritaba el nombre de mamá recostado de la baranda de aquel barco enorme mientras mi familia entera se despedía con un saludo de manos en movimiento al aire. El viaje duró varios días, mi memoria exactamente no da para tal detalle, lo que si es que al otro lado del continente me esperaba un tío a quien ni yo conocía, solo por nombre.

Me recibió con mucho amor, viajamos cruzando varios países hasta llegar a mi nuevo hogar, Venezuela. Yo seguí los pasos de mi padre con la esperanza de que algún día me viera orgullosamente hacer lo que él hacía. Me convertí en un herrero talentoso, hice varias jaulas que para ese tiempo eran exóticas. Llegue a tener una invitación presidencial por el reconocimiento de una persona importante del país por mi labor como herrero. En Venezuela construí mi propia empresa de herrería, hice jaulas, estructuras de camas, muebles metálicos, etc. Fueron varios años después en que tuve la oportunidad de viajar de regreso a Italia, a mi ciudad. Fue triste para mí el encontrarme con que mi padre había fallecido, recuerdo que le hice una pequeña jaula para él con la esperanza de que lo viera, así que lo visite y le deje tal recuerdo físico en al lado de su tumba. La vida en mi pueblo no había cambiado mucho, aun se sentía el pesar de las personas en el ambiente, aún existía caos y hambre. De cierto modo empecé a extrañar el país que me había recogido, Venezuela. Las personas a pesar de todo eran cálidas y atentas, así que regrese aun sin poder traer de vuelta a mi gente quienes estaban arraigados a mi país natal. Mis hermanos y hermanas hicieron sus familias con el tiempo y abandonaron por ellos mismos el país. Mi madre con los años falleció a causa de cáncer.

Pasaron muchos años más y de mi familia solo quede yo con mi esposa, una hermosa hija y mi nieto, tal vez tenga sobrinos por allí, pero no tengo actualmente la dicha de conocerlos, no se de sus paraderos. Hoy en día todos esos recuerdos importantes están frescos en mi memoria, cada vez que oigo el pasar de un avión mis manos tiemblan al recordar que desde ese sonido fue que empezó todo aquello que me llevó hasta donde estoy. 

Mamá, papá y hermanos, vivo con el recuerdo que tanto nos unió por un tiempo, gracias por el sacrificio que han hecho por mí, gracias por darme la vida. Tras la guerra fuimos una gran sombra por nuestra unión, hoy en día mi familia y yo somos la sombra de una nueva guerra, pero esa, es otra historia. 



En memoria de la familia Siuto





La redacción de este artículo es completamente de mi autoría, muchas gracias por tomar de su tiempo en leer parte de mi trabajo, me despido no antes sin enviarles un abrazo fraternal a todos y un saludo a todos mis lectores de parte de @RoadStories 



Agradecimientos al equipo entero de @cervantes que cada día apoya a la comunidad de habla hispana de Steemit, valioso el trabajo que desempeñan sus moderadoras, el equipo de curación, revista y administradores del chat discord, es una gran familia lo que pueden encontrar allí, los quiero mucho en especial a mi querida @nelyp y a mis guapas moderadoras y colaboradores


Infinitas gracias al equipo de curación @velazquez por su valioso e incondicional apoyo hacia mí.


Agradecimiento especial para @don.quijote por la apreciación valiosa que ha tenido de esta trilogía, todo un honor.


Un saludo para todos los integrantes de la nueva comunidad @mosqueteros espero que dicho proyecto siga dando buenos frutos "Uno para todos, y todos para uno".



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Que hermoso relato, me saco lagrimas de tristeza pero también de alegría por la esperanza de un mejor futuro!

Como siempre me impresionas!!! Esperare esa otra historia que tienes que contar ¨la sombra de una nueva guerra¨ ✌