EL PIE DEL NIÑO EN LA PIEDRA - Fantasía Popular de mi niñez: Ejercicio Decimal / Por Raúl Salmerón

in #spanish6 years ago

En mis años de infancia, llegó a contarme mi padre que en su niñez pudo presenciar curiosas muestras de respeto hacia una especie de reliquia; ubicada en Pantanillo (parroquia Santa Inés, municipio Sucre, estado Sucre).

Se trataba de una piedra de forma algo ovalada, que descansaba en el lecho de un riachuelo, sobre la cual se podía apreciar cierto desgaste –especie de “alto relieve”- que el pueblo interpretaba como la huella del pie de un niño. Inclusive, la fantasía popular se atrevía a asegurar que se trataba de la huella dejada por el Niño Jesús, cuando iba huyendo de la persecución ordenada por el rey Herodes. Y de hecho, al parecer los pobladores colocaban velas encendidas sobre la piedra, en la conmemoración del Día de los Inocentes.

El cuento de mi viejo dejó tal impacto en mí que, en su oportunidad, me llevó a transmitírselo a mis hijos; quizá para observar en ellos la reacción ante tanto ingenio.

Un día se me ocurrió contarle esto a un amigo de la juventud, quien se entusiasmó conmigo para ir hasta Pantanillo a fin de buscar la famosa piedra. Al fin la hallamos después de algunas preguntas a los vecinos; encontrando que la “huella” había sido borrada a fuerza de cincel y mandarria.

Aparentemente, a cierto líder religioso le pareció que era necesario acabar con aquel elemento que fungía como distractor de la verdadera fe…


En homenaje a mi padre,
comparto con ustedes el siguiente “ejercicio decimal”;
que viene a ser, sencillamente, el resultado
de la evocación de mi infancia.



EL PIE DEL NIÑO EN LA PIEDRA

Piedra de rodado canto
que el filo del río amella,
muestra en su lomo la huella
que allí plasmó el Niño Santo.
Vieron de María el manto
bordado en cósmico brillo,
San José guiando el asnillo
y al infante que en la huida,
para preservar la vida,
atravesó “Pantanillo”.

Quise ir como testigo
del pie grabado en la roca;
conseja de santa boca
que en mi ser recibió abrigo.
Me acompañó buen amigo
mas fue el viaje desperdicio;
pues viendo cual maleficio
hacia la huella el fervor
del pueblo, cierto “pastor”
borró en la piedra su indicio.

Raúl Salmerón
“El Curriñatá Cantor”


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