“Solo he de pensar, que el amor hacia ellos es para siempre…”
Saludos Amigos: No puedo imaginar, el día que tenga que apartarme de los seres que amo, es por ello, que busco la forma de convencerme de que estaré conectado a ese amor eternamente. A continuación, el texto para su consideración y comentarios.
La puerta está atrás de mí. En el mismo lugar de siempre. Me acompaña desde hace años de regreso a este mundo. Me refiero a mí otra vida, donde las cosas son distintas. El clima más frío, los colores verdosos en la vegetación, el olor a siembras, esas hortalizas que degustan en los mejores restaurantes de la zona.
La puerta sigue ahí, separándome de las responsabilidades. Se ha convertido en la razón de mis andanzas. Al traspasarla, respiro fuertemente porque sé que he llegado sin problema. Miro el entorno. Y pereciera que todo fuese normal. Mi esposa terminando de preparar la cena, los hijos apurándola para que les sirva el arroz con leche que aprendió a cocinar con mi abuela.
En esta oportunidad camino entre ellos. Siento sus olores, sus respiraciones. Es hermoso tenerlos nuevamente cercas. Cada uno con sus quehaceres. Recorro la sala donde aún está el sillón que me acompaña cada mañana para leer la prensa, la chimenea con su agradable calor y lo mejor, la vista desde ese lugar da al jardín lleno de flores y muchas abejas decorándolas para inspirar con excelentes gustos, al más novato de los pintores.
Me detengo. Siento nostalgia cuando de pronto se vuelve a presentar la puerta, esa que me lleva nuevamente al otro lado, al lugar sombrío y frio que no lo puedo evitar.
Volteo para ver nuevamente el entorno, mi familia. La foto de la repisa muestra que aún no me han olvidado. En ella luzco muy sonriente sosteniendo la mano de mi esposa Isabel con su traje blanco y una mirada llena de ternura al momento de la boda.
Pero, llegó la hora de traspasar la puerta. Estoy y estaré orgulloso de todos ellos, ya que mi partida desde hace dos años no los ha separados.
La puerta entre dos mundos, algún día no abrirá más, lo sé, por eso al regresar disfruto plenamente mi recorrido. “Como guardián de la familia…”
