Sin despedirnos, sin lágrimas

in #spanish3 years ago



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Los sucesos demasiado fatalistas no son un agradables, en realidad no vale la pena deprimirse con pensar en el fatalismo de no estar, de no poder seguir acompañando a las personas que amamos, sería totalmente abrumador estar planificando despedidas y llorando sin parar, porque aunque las lágrimas sanan el alma también nos pueden ahogar.

Grandes escritores han enunciado su pensamiento con criterios bien definidos sobre nuestra humanidad y la condición mortal de la muerte; pero lo cierto y en lo que coincidimos muchos es que no amamos la idea de morir, menos aún de despedir nuestros afectos, por eso, cuando alguien termina su recorrido terrenal y nos ha marcado con su presencia nos sentimos abrumados y sumergidos en la triste idea de su ausencia infinita.

La vida se nos hace compleja al no entender este proceso, casi es común preguntar:

¿Por qué se mueren los que son buenos?

En esa pregunta sin sentido condenamos a los que creemos que no son buenos, pero eso es algo muy cercano a pretender tener un juicio para valorar la acción de las personas, no es bueno el que roba, pero quizá lo hace para darle de comer a un niño; no es bueno el que no nos presta algún bien, pero quizá es su única posesión, no es bueno el que come y no nos invita, pero quizá es lo único que ha podido disfrutar en mucho tiempo; entonces sin parar señalamos quienes son buenos o no para nosotros.

Pues bien, sencillamente todos somos humanos y lo trágico de despedir la vida nos toca a todos.

Mejor preguntemos… ¿Cumplió su misión de vida?

No aceptamos despedidas, no aceptamos soltar sin lágrimas, pero en el remanso del eco del Cosmos, quizá hay una respuesta para aquellos que lo hicieron bien, aquellos que cumplieron su meta, los que desprendidamente ayudaron a los hermanos, los que salvaron una vida y a eso se dedicaron. Paradójicamente, hoy en día mueren muchos médicos en una lucha contra un mal que afecta al mundo, entonces nos cuestionamos las razones, pero es sencillo responder que ellos son guardianes o ángeles de los mortales.


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Indudablemente la fatalidad no es buena, no estamos listos para las despedidas, ni para las lágrimas, pero como consuelo del alma podríamos intentar comprender que todo lo que existe, ocurre, se crea o renace es parte del Cosmos y de su divinamente inmortal designio.

En el fondo de nuestro corazón sin despedirnos y sin lágrimas debemos recordar a los que han estado como si su presencia aún estuviera cerca.❤

«Entre las flores te fuiste. Entre las flores me quedo».

Miguel Hernández.


Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.

Dibujo @Slwzl regalo de:

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Sin duda lo que más nos cuesta de la vida es aceptar las despedidas y afrontar los cambios, lo mejor es recordar con alegría. Saludos

Así es, justamente hoy perdimos a alguien muy querido, un médico de la familia, no podemos ir a acompañar a nuestros familiares por la situación actual, pero eso pienso... lo importante es recordar los buenos momentos.
Gracias por tu amable lectura y comentario.
Saludos

Lo siento mucho, mucho ánimo y fortaleza.

Gracias