A veces nos sentimos como en medio de una neblina, donde se nos dificulta mirar las cosas que están a nuestro alrededor, se nos dificulta apreciar la belleza que existe en la vida, entonces, sentimos que hay cosas difíciles de lograr, pero no es así, no debemos dejarnos atrapar por esa impresión pasajera.
Debemos intentar cada día vivir plenamente, mirar aún en medio del humo, de la lluvia o las lágrimas, ir dando pasos sin impresionar a nadie más, sólo para satisfacer nuestro deseo de estar en armonía con el cosmos, de ver la luz al final.
Llega un momento en la vida en que no es necesario estar pensando en otras personas o lo que estás puedan decir de nosotros.
¿Qué importa de qué color vamos vestidos?
¿Qué importa quién tiene o no tiene algo más?
Lo que importa es más sublime, porque estar vivos es ya ganar, en medio de esta circunstancia actual de la humanidad nos hemos dado cuenta de que lo valioso viene del alma, que no importa la raza, el color, que no importa cuánto sabemos de Mozart o cuánto ignoramos de las tendencias actuales, importa el amor, importa quién está a nuestro lado; por eso tratar de impresionar no tiene sentido.
Igual que no tiene sentido pensar que no podemos superar las circunstancias, que no podemos mirar aunque existan momentos de neblinas, momentos que a veces nos llevan a la tristeza.
Lo importante es reconocer lo bonito que es cuando llegamos a un momento en el que no queremos impresionar a nadie más, simplemente queremos hacer un resumen de las cosas valiosas que tenemos, queremos escribir nuestras historias, anécdotas, recuerdos, para que quede en el tiempo plasmadas.
Quizás si por momentos nos sentimos entre la neblina es porque debemos aprender a respirar en ella, luego estamos preparados para el aire libre y puro, estamos preparados para la existencia misma, porque descubrimos que en la vida lo importante carece de opiniones, en la vida no hace falta impresionar a los demás, simplemente hace falta creer en nosotros mismos.
En la vida hace falta creer en la grandeza del mar, ese que sólo Dios pudo crear, en la vida hace falta creer que somos un milagro y que somos capaces de ser fuertes, porque podemos aprender incluso a disipar las tristezas propias, también ayudar a los que amamos, sonriendo, bailando, haciendo un compás de alegrías que se suspenden en el aire, en los sueños, para todos aquellos que necesitan felicidad.❤
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
