Pasan los días, sigue atravesando dificultades un país entero, nuestra Venezuela entristece, es un sentimiento, se siente y se ve más desolada, en ruinas, con calles en deterioro y casas que hablan de pinturas caídas.
Su gente sigue la lucha, sigue orando por vivir, nos quedamos sin palabras para poder plasmarles el sentimiento o describirles las vivencias normales de un país que muere víctima del vandalismo desmedido de unos pocos.
Desconsuelo es el común de miles que sentimos cada uno a nuestra manera, sin embargo, nos une el dolor de ver apagarse nuestro país, nos duele mucho ver apagarse la fe, cada día se hace más tenue la luz de nuestro querido hogar, y ahora en sombras nos queda solo orar.
No nos vean como mendigos, somos víctimas de un robo cruel, se nos quitó un país, pero nunca la fe. Seguiremos orando hasta el fin.
En constantes luchas, a veces llega un momento para bajar la guardia, todo lo que necesitamos para ver, para encontrar la mejor solución está en nosotros mismos, en el tiempo que debe pasar, es una dura prueba a un país, pero hoy nos toca esperar, nos toca poner en las oraciones ofrecidas a nuestro Dios la fe y el juicio en las leyes divinas.
Nos toca cerrar los ojos para concentrarnos en nuestro bienestar y salud. Porque en las dificultades debemos buscar el silencio, la calma, la paz interior y mostrar a los demás que pronto tendremos mejores opciones.
Creer en nuestro país es la tarea, no es fácil, pero hay que conservar el honor y la fe, para que siempre tengan una tierra los hijos de este tricolor.
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
