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Es el pan diario de cada día en Venezuela. Cuando veo este tipo de informaciones recuerdo l dicho popular que dicho "a todo marrano le llega su sábado" y la justicia divina es inclemente.
En Venezuela los funcionarios se extra limitan en sus funciones creyéndose dioses y me hacen recordar a Calígula que, con su sadismo y locura, hacía lo que le provocaba con su pueblo.
La desgracia actual por la que atraviesa el pueblo venezolano es extrema, donde la corrupción y el abuso se han apoderado de las instituciones y sus autoridades que hacen con la gente lo que quieren y lo más grave es que estos hechos crecen como una bola de nieve que, de no presentarse un cambio de rumbo, arrasará de manera irremediable con lo poco que queda de nuestro país.