Yo no era un niño que pidiera nada de regalos para mis cumpleaños o para reyes. Me conformaba con lo que mis padres me compraban y no ponía pegas; a veces acertaban y otras no.
Pero esas navidades eran diferentes. Creo recordar que era el año 76 y lo que si recuerdo es que a toda costa quería un Scalextric. Sin duda fue mi juguete de mi infancia, el más deseado. Todos mis amigos tenían uno y yo no iba a ser menos.
Intuía que mis padres me lo habían comprado y aquella noche de reyes apenas dormí nada. Estaba nervioso imaginando posibles modelos, posibles circuitos, posibles automóviles. Y llegó la mañana y allí me encontré mi flamante Scalextric, aquella maravilla de la tecnología de los años 70.
Mi sorpresa fue mayúscula ya que mis padres hicieron un gran esfuerzo y me compraron un modelo superior al que yo me había imaginado. Aquel circuito Super Rancing en forma de 8 con curvas peraltadas de alta velocidad y puente elevado. Y por supuesto aquellos maravillosos autos de carrera Ferrari B3.
Durante los 2 siguientes años le saqué un gran partido, y épicos fueron los duelos con mis amigos. Mis Ferrari contra los Sigma, los Brabham, y aquel fantástico Tyrrell de 6 ruedas. Aunque el más deseado y rápido de todos era el mítico Lancia Stratos.
Entrada la adolescencia mi Scalextric entró en el olvido y con el tiempo y debido a una mudanza mi madre acabó tirándolo a la basura.
Scalextric se inventó en el Reino Unido en 1957 para posteriormente comenzar su andadura en España en el año 1962 de manos de la empresa juguetera Exin, aquella que tantos y tantos grandes juguetes vendió durante los años 60 y 70.
La dictadura franquista existente en aquel momento en nuestro país impedía o dificultaba en gran parte que empresas extranjeras entraran en España, motivo por el cual debían negociar alianzas con empresas españolas para poder comercializar sus productos.
Este hecho hizo que los modelos de circuitos y los coches Scalextric fabricados en España fueran diferentes que los del resto de mundo, y con el paso del tiempo de mejor calidad, por lo que se convirtieron en auténticos objetos de colección.
Recuerdo pequeñas tiendas en Barcelona especializadas exclusivamente en artículos y repuestos de Scalextric. Y recuerdo como devorábamos catálogos con nuevos complementos, accesorios y coches para poder crear estructuras auténticamente increíbles y maravillosas.
Hoy en día todavía es un juguete que se vende y ha evolucionado notablemente, aunque creo que ni tiene tanto éxito ni tiene el encanto de antaño. Aunque si observo que modelos de los años 60 y 70 se venden muy bien en el mercado de segunda mano.
En mi añoranza al igual que en la de otras muchas personas atrás quedan aquellos maravillosos años 70.
Fuente de la imagen:
http://www.cochescol.com/circuito-sr45-scalextric.html
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