Podría decirse que una de las cosas que más extraño de la "normalidad" era poder ir a la oficina y compartir con mis compañeros de trabajo. Pero la vida y la pandemia sin pensarlo, me dieron un compañerito de 4 patas.
El señor Bigotes de lunes a viernes de 14 a 15 horas se acuesta al lado de mi computadora a simplemente ver lo que estoy haciendo (o a supervisar mi trabajo). Creo que se siente atraído por el calor que disipa el fan cooler de la laptop ya que siempre se posiciona en el mismo lado de la mesa y a la misma hora.